Base Lunar: de Carl Sagan a la antropología mediante el arte

El colectivo antropovisual Base Lunar le ha apostado durante una década a la popularización del conocimiento a través del arte; su metodología parte de la antropología aplicada y sus influencias radican en la ciencia ficción

Han pasado 10 años desde que Olin Alejandra Sánchez y los hermanos Mareano y Luis Gerardo Ruiz Rosillo le apostaron a la propuesta como una forma de protesta social desde el arte y la alegría, a través de su Base Lunar, un colectivo creativo antropovisual dedicado a las artes plásticas, artes digitales y antropología aplicada.

Su estudio se encuentra en la colonia Valle Alameda, en plena capital de Querétaro; pero sus proyectos nacen desde los territorios que observan en su vida cotidiana, por eso la antropología es eje fundamental en sus creaciones artísticas, pero también lo son las causas que les preocupan: la crisis climática, el deterioro de la naturaleza y la urgencia por compartir conocimiento.

Para llegar aquí, Mareano, artista plástico y escultor, y Luis Gerardo, artista visual, dejaron el estado para tomar sus propios caminos: el primero a Oaxaca y el segundo a Coahuila. Pero en 2013 se reencontraron para viajar juntos y recorrer el país de norte a sur, realizando pequeñas producciones itinerantes como murales y máscaras de cartón.

“Dijimos, a ver, necesitamos estar juntos, conocernos, convivir y de ahí, lo que salga. Nos juntamos y ahí ya empezamos, justo con la necesidad de sacar un poco de plata, a hacer murales. Luego dijimos tenemos papel, vamos a empezar a hacer máscaras”, recuerda Luis Gerardo.

En su paso por el municipio de Alvarado, en Veracruz, los artistas decidieron instalarse un par de meses y trabajar en la producción de 50 máscaras de papel y llevarlas hasta Oaxaca, lugar en donde se instalaría la primera exposición del colectivo titulada “Archivo muerto: exposición pictográfica”, inaugurada el 1 de noviembre de 2013.

“Entonces conseguimos poquita plastilina, pero teníamos papel y tuppers y pues comenzamos a modelar con la poquita plastilina; agarramos cualquier cosa para modelar, hasta el comal. Agarramos nuestra caja de huevo y ahí las metimos todas; llevábamos algunas así colgadas en la mochila, puestas unas sobre otras”.

Para Olin Alejandra, quien es antropóloga y docente de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Base Lunar es encontrar un espacio para ser creativos; aunque al principio, fuera sin tener un lugar fijo.

“En su viaje ellos empiezan a conformar la idea, en su imaginación, de una base; que a donde llegaran dijeran: esta es la base”.

En 2014, Base Lunar afianzó uno de sus primeros proyectos colectivos en Querétaro a través de “Pulpería: La Colmena Lunar”, que se instaló en la colonia El Tepetate.

“Tras hacer un viaje a los países de Centroamérica me di cuenta de que en El Salvador, en Nicaragua, en Honduras a las misceláneas le decían pulperías; entonces el primer proyecto que tuvimos se llamaba pulpería, como decir miscelánea, porque había muchos proyectos”.

A principios de 2015, los tres amigos comenzaron la mudanza de Base Lunar a una casa ubicada en la calle Monte Albán, en la colonia Valle Alameda: una base llena de pinceles, máscaras, calendarios lunares y piezas de arte que hasta la fecha persisten en esta locación.

“Se llega aquí y entonces empezamos a hacer la mudanza a este a este espacio y a partir del 2015 a la fecha hemos estado aquí y ya empieza la configuración distinta; además de tener como esta amistad, pertenencia o esta intensidad, empezamos a trabajar la imagen, no solamente en la propuesta de creación, sino la propuesta de promoción, vinculación y desarrollo de proyectos. Yo empecé a tener otras herramientas académicas que todo el tiempo he bajado a Base Lunar”, explica Olín Alejandra

“Somos adoradores de lo que no podemos ver”.

Las obras de arte, los murales y las exposiciones que se crean en el colectivo remiten a la ciencia ficción. Olin Alejandra refiere que en Base Lunar son “adoradores del espacio y de lo que no podemos ver, como el mar”; Mareano dice que el estandarte del grupo es ir hacia la imaginación, la ciencia ficción y crear nuevos mundos.

Este interés se puede ver en su más reciente exposición, instalada en la Galería Libertad hasta el 13 de abril, titulada “Otros mundos”, que alberga dos salas llamadas “Lágrima de mar” y “Portal de agua”.

Para ellos, el científico y astrónomo Carl Sagan no sólo ha inspirado su proyecto artístico como un espacio de divulgación científica, sino que los ha colocado bajo la postura política de popularizar el conocimiento mediante el arte.

“Lo hemos socializado como un divulgador de la ciencia que populariza el conocimiento, que utiliza los medios, la tecnología de información y comunicación de esa época y que ahora podemos navegar en plataforma digital mediados por internet y que se acerca la gente de una manera divertida. Carl Sagan de alguna manera ha sido esta inspiración para utilizar el arte como la herramienta para acercarnos”.

De la admiración de Sagan también el colectivo se ha sostenido bajo la idea de compartir y aplicar metodologías basadas en la observación; además de incluir elementos que hagan referencia al cuidado de la naturaleza.

“Esa la postura política de base: ese ambiente alegre, ese eje medioambiental y esa popularización del conocimiento y de saberes, a través de la alegría, de algo que sea amigable y no de un panfleto de cinco mil hojas y un posicionamiento político, porque eso lo hacen otras personas. Desde Base Lunar la protesta es la propuesta y la propuesta casi siempre es desde el arte y la alegría”.