¿Quieres mejorar para siempre?

Si en verdad quieres cambiar todos los parámetros sobre la salud, necesitas saber que cada herramienta requerida para lograrlo está en ti y aquí te decimos cómo

No me cansaré de insistirle a cada una de las personas que conozco y a quienes no que, en definitiva, es mucho más básico de lo que te puedes imaginar, porque todo está dentro de ti.

Si en verdad quieres cambiar todos los parámetros sobre la salud, necesitas saber que cada herramienta que necesitas para lograrlo está en ti y todo puede activarse gracias al mejor programa de inteligencia que conozco: tu cuerpo. Y estoy obligada a decirte que está incluido todo: emociones, mente, cerebro, cuerpo, sistema nervioso central, periférico y cualquier sistema en tu ser.

Por desgracia llevamos más de 400 años separando la mente del cuerpo, de las emociones, por fortuna también porque así pudimos especializarnos, sin embargo, creo que en donde nos equivocamos es que hoy por hoy es muy difícil que una persona se perciba y vea de manera integral. Me refiero a que decimos: “me enfermé por estrés”, o “mi panza me explota”, “con la mente podemos lograrlo todo”… ¡Nunca! nada es separado, en cualquiera de los casos anteriores se necesita de las emociones, la mente y el cuerpo, y actúan todos a la vez, cada nanosegundo de nuestra vida todo está junto, no hay mente sin cuerpo y emociones y viceversa; necesitamos empezar a integrarlo en nuestras ideas, que es en el único lugar donde se separan o dividen.

La evolución y la biología son dos conceptos que tampoco debemos separar y, aunque hasta ahora hemos podido comprobar que somos (los Sapiens) los únicos seres razonables en la tierra, esto nos ha hecho evolucionar de una manera muy diferente, pues obtuvimos lo que llamamos consciencia y ello nos lleva a que, por ejemplo, nuestro dolor sea muy diferente del de otros animales y nos brinda una percepción de la que todos tenemos mucho que aprender.

Es por ello que desde hoy tienes que saber que la percepción del dolor, malestar, envejecimiento, ansiedad, estrés, el no poder lograr lo que deseamos, podemos empezar a transformarlo de la manera más fácil; respirar y accionar o dejar de hacerlo.

Te lo compruebo: a partir de hoy, haz esta rutina justo después de comer y antes de dormir, es de suma importancia que al menos lo hagas tres meses, y si puedes hazlo de por vida. Las manos y su posición tienen gran importancia, porque ponemos al húmero, clavículas y escápulas en un lugar donde tu cuerpo sabe que tiene más capacidad de sobrevivir, porque se envuelve.

1) Recuéstate lateralmente, coloca una mano sobre la otra, piensa en las personas a las que más amas y velas sonriendo; piensa en un momento en el que fuiste muy feliz y te sentías en paz, como en casa de tu abuelo o cuando te daban tu chocolate al dormir.

2) Toca mano con mano: inhala amor, piensa en las personas sonriendo y di la palabra paz al deseárselo mientras tú lo sientes y lo recuerdas, mientras tu escápula (alita en la espalda) mueve tu brazo y mano delante y atrás (accionas mientras respiras: al decir paz estás haciendo una exhalación larga).

3) Mientras sigues haciendo esto, tus caderas y cabeza se mueven al lado contrario que tu alita y luego los ojos, cabeza y cadera se mueven en esa misma dirección, y por último, después de un ratito, la lengua y alita se mueven en la misma dirección, mientras la cabeza, caderas y ojos al lado opuesto.

Nota qué diferente está tu estado de ánimo, cómo te relajas, pero estás con mucha más capacidad respiratoria, de oxigenación, nutrición, descansarás mejor, lo que hará que te recuperes, tengas más concentración y serás más capaz de lograr lo que deseas.

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