Hoy se cumplen 10 años del fallecimiento de Nelson Mandela, ícono de la lucha contra el apartheid y primer presidente negro de Sudáfrica
Apartheid
Nacido el 18 de julio de 1918, en Mvezo, un pequeño pueblo del sureste de Sudáfrica, Nelson Mandela estudió derecho y fue en su etapa universitaria cuando inició su lucha contra el régimen de discriminación racial imperante, el apartheid, heredado de la colonización holandesa y británica, y por el que la minoría blanca controlaba el país.
La segregación condenaba a los negros a vivir en guetos, a entrar en los edificios públicos por puertas distintas a las de los blancos y a usar medios de transporte diferentes, entre muchas otras limitaciones. Incluso las relaciones sentimentales interraciales estaban prohibidas.
En 1944, Mandela ingresó en el Congreso Nacional Africano (CNA), organización que luchaba contra esa opresión, y en 1952 abrió, junto a Oliver Tambo, el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica y protagonizó el primer acto de desobediencia civil, consistente en el desacato al toque de queda.
En 1960, tras la matanza de Shaperville, en la que murieron decenas de estudiantes negros, el gobierno prohibió el CNA e implantó el estado de excepción. Unas mil 800 personas fueron encarceladas sin juicio, entre ellas, Mandela, quien posteriormente pasó a la clandestinidad y creó, en 1961, La Lanza de la Nación, brazo armado del CNA, cuyo objetivo era organizar sabotajes evitando atentar contra vidas humanas.
En esos años fue detenido y encarcelado varias veces, hasta que en 1964 fue condenado a cadena perpetua, acusado de conspiración para derrocar al gobierno. Para entonces, era ya uno de los principales referentes en la lucha contra el apartheid.
El preso 46664
Más de 27 años encerrado en las cárceles del régimen segregacionista marcaron su vida. La mayor parte de ese tiempo lo pasó en la prisión de máxima seguridad de Robben Island, una especie de Alcatraz sudafricano con condiciones terribles. Era el preso 46664. En 1982 fue trasladado a la cárcel de Pollsmoor y, finalmente, a Victor Verster, donde estuvo sus últimos 14 meses preso.
Los años previos a su liberación fueron de creciente presión internacional y negociaciones infructuosas, en las que Mandela mantuvo su empeño en vincular su libertad con la legalización del Congreso Nacional Africano y un futuro mejor para los “no blancos” de Sudáfrica.
La situación cambió el 2 de febrero de 1990, cuando el entonces presidente Frederik Willem de Klerk (último presidente blanco del país) pronunció un discurso ante el Parlamento en el que anunció el principio del fin del apartheid y la liberación inmediata de los presos políticos, entre ellos, Mandela.
Fue excarcelado el 11 de febrero de 1990. Tenía 71 años y a las puertas de la prisión se encontró con una inesperada muchedumbre. “Madiba”, como cariñosamente lo llamaban en su país, volvió a levantar el puño para saludar a quienes le daban la bienvenida. Su imagen, envejecido pero sonriente, dio la vuelta al mundo. En las casi tres décadas que pasó encerrado se había convertido en el referente de la resistencia contra el apartheid.
Primer presidente negro
Los cuatro años que siguieron, sin embargo, no fueron fáciles. Hubo mucha tensión, miles de muertos por la violencia política y el país estuvo al borde de la guerra civil, aunque finalmente la situación se recondujo y en abril de 1994 Sudáfrica celebró sus primeras elecciones democráticas y multirraciales. Mandela, que pudo votar por primera vez en su vida, obtuvo una contundente victoria y se convirtió en el primer jefe de Estado negro del país.
Juró por el cargo el 10 de mayo de 1994, en una histórica ceremonia, y formó un gobierno de coalición con De Klerk como vicepresidente. Cinco años después, en marzo de 1999, dio paso a Thabo Mbeki como nuevo presidente y abandonó la política.
Lejos de cualquier revanchismo y con la paz y la reconciliación como objetivos, durante su mandato creó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que dirigió el obispo Desmond Tutu, artífice de la expresión “nación arcoíris”, referida a Sudáfrica.
Premios, canciones y películas
Durante su etapa como presidente y en los años posteriores, Mandela recibió numerosos homenajes y reconocimientos, incluido el Premio Nobel de la Paz, en 1993, compartido con Frederik de Klerk.
En julio de 2008, coincidiendo con su 90 cumpleaños, tuvo lugar un multitudinario concierto en Londres, con el título “46664”, su número de identificación en la cárcel. Un año después, en 2009, la ONU declaró el 18 de julio como el Día Internacional de Nelson Mandela, en reconocimiento a su contribución a la paz y la libertad.
El legado político de Mandela y su lucha por los derechos humanos han inspirado también diversas manifestaciones artísticas, desde libros a películas o canciones como “Free Nelson Mandela”, de Jerry Dammers y los Specials. Entre las películas, quizá la que más éxito cosechó fue “Invictus”, dirigida por Clint Eastwood, con Morgan Freeman interpretando el papel de Mandela y una historia relacionada con los Springboks, el equipo nacional de rugby y gran símbolo de Sudáfrica.
“Madiba”, el líder que consiguió acabar con el régimen del apartheid, murió el 5 de diciembre de 2013, a los 95 años. Se casó tres veces y tuvo seis hijos.