Querétaro es uno de los destinos sin playa más concurridos durante las vacaciones, gracias a que ofrece una gran variedad de maravillosos escenarios naturales, actividades recreativas y eventos culturales.
Dentro de esta oferta turística, durante las celebraciones de Semana Santa, destacan las representaciones de la pasión y muerte de Jesús, que pintan las calles del estado con símbolos religiosos, los altares instalados en los templos, la Procesión del Silencio, los tradicionales pastelitos rellenos de chilacayote o arroz con leche, y la venta de los Judas, figuras de cartón que, de acuerdo con la tradición, se deben quemar el Sábado de Gloria.
Dejando el tema religioso, el estado también ofrece diversas opciones para descansar y disfrutar de la naturaleza en paisajes inimaginables, como el paraje Puente de Dios, el impresionante mirador de Cuatro Palos y la majestuosidad de la Peña de Bernal.
Además, está la Ruta del Arte, Queso y Vino, que invita a un recorrido a través de la historia por legendarias haciendas, extensos viñedos y fábricas queseras en que se ofrece la extensa oferta culinaria de Querétaro.
Otra parada obligada son las cinco Misiones Franciscanas de la Sierra Gorda, imponentes construcciones barrocas, símbolo de la evangelización del territorio.
– Por la tarde, en los templos se recrea el lavatorio de pies que hace el Nazareno a sus discípulos, como muestra de humildad, pues esa tarea estaba designada a los sirvientes en estas cenas judías conmemorativas.
– Más tarde, se acostumbra realizar la visita de las siete casas o de los siete templos, con el fin de conmemorar los pasajes que, según la Biblia, fueron recorridos por Jesús de Nazaret antes de su muerte. En todos los templos de Querétaro se ponen altares y se regala manzanilla y pan a quienes los visitan.
– Por la mañana, en diversos templos se realiza el viacrucis para recordar y representar el camino de Jesucristo desde su condena hasta su sepultura.
– En casi todos los municipios queretanos se realiza el viacrucis y crucifixión de Jesús; sin embargo, el más famoso y antiguo es el de La Cañada, en El Marqués, que inició en 1865 y se ha realizado ininterrumpidamente desde 1962, con la participación de cerca de 100 personas.
– También destacan el de El Pueblito, en Corregidora, y el del Cerro del Calvario, en Tolimán.
– Por la tarde se realiza la tradicional Procesión del Silencio, que recorre algunas de las principales calles del Centro Histórico, iniciando en el templo De la Cruz de los Milagros, y representa el acompañamiento del cuerpo de Jesús hacía el sepulcro.
Esta es la actividad más importante de esta fecha en la capital queretana, pues las calles se llenan de admirados asistentes que observan a los cientos de encapuchados que cargan sus cruces; el rumor de las cadenas arrastrándose por los adoquines, la fricción de los pesados maderos de las cruces, los murmullos de la gente y las imágenes que las cofradías religiosas llevan en hombros se mezclan con un silencio enrarecido.
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