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Acusan que empresas se aprovechan de estudiantes practicantes

El secretario general de Transformación Sindical señaló que el 60 por ciento de los centros de trabajo se aprovecha de esta figura educativa y la emplea como una maquila barata

José ‘N’, estudiante de sexto cuatrimestre como técnico superior en Mantenimiento Industrial de una universidad tecnológica del estado de Veracruz, arribó a Querétaro este abril para realizar sus estadías en una empresa que se encuentra en uno de los parques industriales ubicados en el municipio de El Marqués.

“La oportunidad se me presentó por parte de un docente de la universidad que tenía contacto con un ingeniero exegresado de mi universidad que trabaja dentro de la empresa donde hago mis estadías”, narró.

De acuerdo con su institución educativa, las estadías tendrán una duración de 15 semanas. Indicó que la empresa que brinda servicios a una planta de sistemas de frenado se comprometió a otorgarle un apoyo económico; sin embargo, dijo que el monto no era suficiente para solventar sus gastos, pues se mudó de un estado a otro.

No obstante, dijo que aceptó la propuesta debido a que busca adquirir experiencia y la posibilidad de una contratación al egresar, y que, en su estado de origen, son pocas las opciones de colocación en el sector industrial.

“La empresa me solicitó los siguientes documentos para ingresar: acta de nacimiento, CURP, RFC, constancias de estudios, de situación fiscal y de antecedentes no penales; número de seguridad social, INE y comprobante de domicilio”, agregó.

Cuando arribó al estado de Querétaro, se instaló y acudió a presentarse a la empresa de un día a otro. Refirió que, aunque le habían informado que desarrollaría un proyecto de mejora para la empresa en una estadía de tres meses con turnos de ocho horas diarias, ante la falta de personal le ofrecieron una “jornada diaria de 12 horas, entrando a las 7:00 pm y saliendo 7:00 am, descansando martes y miércoles”.

“De igual manera, los horarios fueron cambiantes y los días también, dado que me tocó horario nocturno y trabajar por cinco días, aunque en un principio trabajé los siete días de la semana. Solo me daban un bono por las horas extra y de unas semanas para acá ya se pagan horas extra normales. Estoy estudiando técnico superior universitario en Mantenimiento área Industrial. Concluyo mi preparación en agosto, pero finalizaré la ingeniería hasta el año 2027”, dijo.

El secretario general de Transformación Sindical, Eduardo Martínez Flores, externó que, aunque existen empresas que “de manera correcta” generan los espacios para que estudiantes puedan desarrollar sus estadías o prácticas profesionales, el 60 por ciento de los centros de trabajo se aprovecha de esta “figura educativa” y la emplea como una “maquila barata”.

“Yo creo que hay empresas que lo hacen de manera correcta, es decir, les dan una carrera o un desarrollo completo para que los estudiantes, al terminar su licenciatura, su ingeniería o su universidad, puedan ingresar al mercado laboral, pero hay muchas empresas que lo están utilizando como una maquila barata, como una maquila en donde ellos puedan aprovecharse de la necesidad”, afirmó.

Puntualizó que dichas empresas no les ofrecen a los estudiantes un plan de desarrollo ni una oportunidad para quedarse al finalizar sus estudios bajo un contrato formal, sino que lo único que buscan “es que trabajen con una percepción menor y un salario mucho menor al que le ofrecen a un trabajador que ya está buscando una congregación de industria”.

Subrayó que la mayor cantidad de empresas que se aprovechan de los estudiantes practicantes se dedica a la inyección de plásticos para refrigeradores, línea blanca y automotriz, así como los invernaderos.

“Creo que hay empresas serias que sí te ofrecen un plan de contratación o un plan de crecimiento, pero hay muchísimas que se están aprovechando. Yo me atrevería a decir que el 60 por ciento de las empresas se aprovecha de esta figura de las estadías o de las prácticas profesionales y únicamente el 40 es el único que sí les desarrolla un plan de crecimiento; se firman cartas compromiso, pero las demás no los hacen que ejerzan su carrera, nada más los meten como operadores de producción”, recalcó.

Enfatizó que la Secretaría del Trabajo del estado debería ser la autoridad que se encargara de la regulación del alumnado que ingresa a empresas para acreditar estadías o servicios. Añadió que es viable que todas las empresas que reciben a los estudiantes implementen un plan de crecimiento laboral y de recomendación para que cuando concluyan su preparación educativa y en el momento que egresen cuenten con preferencia en la contratación.

Agregó que los centros de trabajo deben designar a los alumnos actividades relacionadas o afines a la carrera que estudian y no tareas que, señaló, no abonan a enriquecer su experiencia en el campo laboral.

“Creo que la Secretaría del Trabajo del gobierno del estado debería regular esto. Deberían ser la autoridad correcta para que puedan regular que los estudiantes sí estén percibiendo un salario redituable y les ofrezcan una carrera laboral”.

Siempre se firma un convenio de colaboración

Como testimonio del proceso que sigue la institución en el momento en que los estudiantes llevan a cabo su residencia profesional, el director del Tecnológico Nacional de México (TecNM), antes Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ), Ramón Soto Arriola, subrayó que siempre se firma un convenio de colaboración con la empresa, en el cual se especifican las actividades y el horario que tendrá el alumno; esto último, dijo, es un acuerdo por ambas partes.

Reiteró que para la institución es importante que los estudiantes lleven a cabo actividades al interior de los centros de trabajo que faciliten su aprendizaje.

“En estos convenios se establece una serie de condiciones a través de cláusulas donde buscamos que el estudiante esté protegido en todo momento, que se defina cuáles son las actividades que va a hacer y cómo las va a hacer. Si no hay un convenio, no le damos oportunidad a la empresa”, afirmó.

Cynthia Ramírez Villegas, jefa del departamento de Gestión Tecnológica y Vinculación, explicó que cada estudiante debe realizar 500 horas de residencia en un semestre, lo cual, dijo, se debe a un tema académico supeditado a una materia.

“Los estudiantes aceptan el proyecto con la empresa. Se da un seguro facultativo porque nosotros tenemos que prever todas esas situaciones para no incurrir en riesgos. En ese convenio se asumen las responsabilidades por parte de asesores, uno interno, que es un docente especialista en el proyecto que realiza el estudiante, y uno externo, por parte de la empresa, quien evaluará el cumplimiento del proyecto. Nosotros no tenemos injerencia en los días que acepte el estudiante, pero sí damos un seguimiento cuando (…) estudiantes nos refieren que no les están respetando ese horario, ahí entramos nosotros con una intervención para mediar con la empresa”, indicó.

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