Tadeo Emmanuel Arango Díaz, excompetidor de paraatletismo en diferentes categorías de la Olimpiada Nacional del 2017, tiene en la actualidad 22 años y concluyó el tercer cuatrimestre de la licenciatura en Terapia Física, en la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui (UPSRJ).
Tadeo es originario de la Ciudad de México; sin embargo, después de conocer la universidad a través de redes sociales y amistades, decidió mudarse a Querétaro para iniciar su preparación en el nivel superior.
Ya que es un estudiante sordo, sus días en la universidad inician en compañía de Claudia Solano, su intérprete, quien lo apoya en sus clases o a comunicarse con el resto de sus compañeros cuando es necesario.
Confirmó que la licenciatura que cursa le gusta mucho porque tiene un enfoque y asociación con el deporte, ámbito en el que, dijo, buscará desempeñarse una vez que egrese.
El coordinador del “Programa de inclusión de la universidad”, Rodrigo Ortiz Sánchez, indicó que la institución ofrece diferentes servicios generales y específicos a los estudiantes con discapacidad.
La cuota preferencial dijo que se trata de un servicio general y que debido a que la mayoría del alumnado con discapacidad proviene de otras entidades y, en consecuencia, debe pagar la renta de alguna vivienda, la universidad les redujo de 4 mil pesos a 164 pesos con 95 centavos el costo de inscripción por cuatrimestre.
“Hay una serie de servicios que se prestan justo atendiendo estas situaciones de vida. Hay algunos servicios que pueden ser generales, uno de ellos, por ejemplo, son las cuotas preferenciales, porque la mayoría de los estudiantes con discapacidad no son del estado de Querétaro (…) como es el caso de Tadeo, vienen de Ciudad de México. Los estudiantes del programa de inclusión tienen que pagar costos extra, como es el transporte y la vivienda, y, por eso, el primer servicio son las cuotas preferenciales y pagan 164 pesos con 95 centavos”, dijo.
Señaló que, como servicio general, no aplican el examen de conocimientos generales por no contar con criterios de accesibilidad. En consecuencia, refirió que a los estudiantes con discapacidad les realizan pruebas psicométricas.
El transporte gratuito y apoyo psicopedagógico son los otros dos servicios generales que brinda el “Programa de inclusión”, que tiene vigencia desde 2014.
Ortiz Sánchez puntualizó que, en la actualidad, la matrícula total de la universidad es de mil 500 estudiantes, de los cuales, 42 tienen discapacidad.
En cuanto a los servicios específicos, detalló que estos se ofrecen de acuerdo con el tipo de discapacidad del estudiante. Por ejemplo, precisó que para el alumnado con discapacidad auditiva, hoy en día cuentan con ocho intérpretes de lengua de señas mexicana.
“Para la discapacidad auditiva se ofrece el servicio de interpretación, porque en algunas universidades que atienden a estudiantes sordos no cuentan con intérpretes, entonces, puede que le den el acceso al estudiante, pero ellos tiene que resolver la manera en que se comunican o entienden las clases. Aquí la universidad les proporciona el intérprete por esa cuota de 164 pesos con 95 centavos y el intérprete está en todas las clases; ese es un ajuste muy específico para la discapacidad auditiva”, afirmó.
Además, enfatizó que, ya que la universidad es bilingüe, los estudiantes sordos desarrollan la lengua de señas mexicana y, como segunda lengua, español escrito, preparación de la que, al finalizar sus estudios, reciben una certificación.
Recordó que también las instalaciones y material de la universidad son accesibles para personas con discapacidad física y visual, y que también ya tienen experiencia en la atención de alumnado con autismo y Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
Desde hace ocho años, Claudia Solano es intérprete de lenguaje de señas mexicana en la universidad. En el ciclo en curso, brinda acompañamiento a estudiantes de la licenciatura en Terapia Física e Ingeniería en Software.
Claudia subraya que es importante que se rompa la brecha en el acceso a la educación para las personas con discapacidad.
Narró que su primera experiencia como intérprete la vivió luego de que una amiga le pidió apoyo para sus dos hijos con discapacidad auditiva que estudiaban la preparatoria.
“Yo soy el intérprete de Tadeo, lo estoy acompañando en todo su proceso en las clases. Como intérprete ha sido una gran oportunidad, porque se está rompiendo esa brecha en el acceso a la educación de las personas con discapacidad, en este caso, discapacidad auditiva. Sabemos que si presentamos alguna condición de vida, ya sea por discapacidad o alguna cuestión psicosocial, es muy difícil tener la oportunidad de acceder a un nivel superior”, apuntó.
Del 7 al 9 de agosto, en el Centro de las Artes de Querétaro, la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui realizará el cuarto seminario de Buenas prácticas de inclusión educativa.
En dicho seminario, que se efectuará de las 9:00 a las 13:00 horas, participarán expertos en la materia de diferentes universidades, entre ellas, algunos provenientes de Costa Rica. Una de las temáticas que se abordarán es “El modelo social de la discapacidad y su vivencia en instituciones de educación superior”.
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