Ya inició la fase de prueba del proyecto que desarrolló una alumna de noveno semestre de la licenciatura de Música de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con el que busca demostrar que las intervenciones de música o musicoterapia son viables para el tratamiento preventivo o complementario en la atención de la enfermedad de Alzheimer o demencia en personas adultas mayores.
El proyecto de la alumna de Música, Natalia Guadalupe Matehuala García, se denomina: “Intervención a través de elementos musicales como tratamiento complementario en adultos mayores con deterioro cognitivo leve”, e inició desde 2023 con apoyo del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (Foper).
La estudiante indicó que, para llevar a cabo esta intervención, realizó, con el apoyo de Elías Iván Rodríguez Méndez, maestro en Ciencias de la Facultad de Artes, una documentación sobre las aplicaciones de la música que ayudan a los adultos mayores.
“Ahí encontramos que las intervenciones con música o musicoterapia ayudan a la prevención, o en la enfermedad de Alzheimer o demencia”, afirmó.
Subrayó que la investigación inicial identificó que son “pocas” las intervenciones musicales dirigidas a la población adulta mayor, pues, dijo, la mayoría se enfoca en la población joven e infantil.
“En mi caso, empecé a investigar sobre las diferentes investigaciones que se hacen con la música para ayudar a la población, ahí me di cuenta de que eran pocas las intervenciones que se aplicaban a adultos mayores, entonces, yo quise orientarlos a las personas adultas mayores porque son las que menor porcentaje de investigaciones que se hacen en comparación con personas jóvenes o niños”, apuntó.
El docente Elías Iván Rodríguez Méndez, asesor de la alumna, detalló que en la fase de prueba del proyecto participarán en total 20 personas adultas mayores que serán seleccionadas. Señaló que se emitió una convocatoria y que a los interesados se les aplicará una prueba que se llama Evaluación Cognitiva de Montreal (Moca).
“Para este proceso de que sea seleccionada está población en específico de participantes, se hace una prueba de Moca, la cual nos arroja datos para saber si el participante tiene deterioro cognitivo o no, entonces, a través de esta prueba, que evalúa las funciones cognitivas, podemos tomar los datos y decir ‘participa’, porque la persona dio el puntaje para deterioro cognitivo leve. Esta es la única prueba que se hace para que el participante pueda entrar en el protocolo de investigación”, precisó.
En la convocatoria se especifica que los requisitos para participar son: ser adulto mayor de 60 años, firmar un consentimiento y cumplir con los criterios de selección que se dieron a conocer en una plática informativa llevada a cabo el sábado 26 de octubre en el auditorio Felipe de las Casas, de la Facultad de Artes.
Rodríguez Méndez indicó que la fase de prueba tendrá una duración de dos a tres meses. De confirmarse el proyecto, señaló, la alumna concluirá su trabajo de tesis.
“En una segunda parte, podría ser trabajar con la alumna un manual, el cual se pueda publicar (…) que se haga el proceso de patente y que la alumna pueda trabajar en el manual para poder distribuirlo”, añadió.
La estudiante puntualizó que los adultos mayores que participen en la prueba realizarán sesiones en las que van a reproducir, producir y escuchar música, así como cantar.
Confirmó que el origen de las intervenciones o terapias alternas a los tratamientos farmacológicos es que evitan tener una alta invasividad.
Aclaró que las intervenciones musicales no buscan sustituir el tratamiento farmacológico para quienes ya tiene un diagnóstico, sino complementarlo para reducir la cantidad de medicamento que consumen o generar un mayor impacto positivo en su estado de salud.
“La música puede ser una terapia complementaria para esta patología, es porque activa muchas zonas del cerebro simultáneamente cuando se está haciendo o se está escuchando música. Siempre he estado en un entorno con personas adultas mayores y, entonces, he observado sus necesidades, por eso desde mi área trato de poder ayudar para hacer una herramienta que atienda las necesidades de la población”, enfatizó.
Elías Iván Rodríguez Méndez, asesor de la alumna, manifestó que, dada la naturaleza del envejecimiento, el objetivo del proyecto es dar herramientas para que las personas adultas mayores puedan tener opciones de apoyo para mantener por más tiempo sus funciones cognitivas.
“El fin de este proyecto es precisamente, con relación a los datos epidemiológicos que se tienen, el ver la población a un mediano o largo plazo, vamos a tener más personas adultas mayores. El impacto que tiene y la retribución social es que se pueda tener un espacio de una intervención preventiva y que no sea invasiva como algunos otros tratamientos farmacológicos”, dijo.
La estudiante mencionó que, hasta el momento, el proyecto, incluyendo la aplicación de la intervención, se ha financiado con el Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (Foper), programa creado por la Rectoría de la UAQ con el propósito de ofrecer fondos especiales para promover la cultura científica, tecnológica y social de los estudiantes, financiando proyectos con los que aporten soluciones que atiendan problemas que impactan a la comunidad universitaria y a la ciudadanía.
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