El artista gráfico Paulo Villagrán, quien ha trabajado para Universal y Sony Pictures, se ha convertido en un referente del muralismo contemporáneo en Querétaro
Las caricaturas y tiras cómicas que rodearon su infancia fueron la motivación e inspiración para crear sus propias ilustraciones, llevando su talento a reconocidas marcas y posicionándolo como un referente del arte en Querétaro y el Bajío.
Nacido en la Ciudad de México, el artista gráfico, muralista y docente Paulo Villagrán reconoce que mudarse a Querétaro le dio un empuje muy fuerte a su carrera, pues aquí hay un mercado bastante importante de coleccionistas de arte que lo han llevado a plasmar sus murales en lugares inimaginables.
¿Cómo decides mudarte a Querétaro?
Llegué en 2014, por La Jabonera, por la amistad que tengo con Mara, líder de este ‘coworking’ creativo afín al arte, la creatividad y el diseño, y desde que llegué, Querétaro ha sido superacogedor, me ha hecho crecer como artista; de hecho, antes podría decir que yo era más ilustrador que artista y al estar acá me hice muralista. Querétaro tiene muchos coleccionistas de arte. Hoy por hoy me siento muy queretano y muy contento de estar acá.
¿Cómo fueron tus primeros trazos?
A mí me tocó la época dorada del Canal 5, donde se veía Hanna-Barbera, las series animadas de Disney en las que los personajes no hablaban, La Pantera Rosa, El coyote y el Correcaminos; todas estas caricaturas fueron mi influencia.
Lo que me empujó a dibujar fueron las historietas impresas de Garfield, yo copiaba a Garfield, me lo sé de memoria y lo puedo dibujar sin bronca, luego también fue Mafalda, La pequeña Lulú, Memín Pinguín; así empecé. Realmente la caricatura fue mi motor para comenzar a dibujar.
¿En qué momento das el salto de la caricatura al mural?
Yo pensé que estaba estacionado en la caricatura hasta que un maestro vio mi trabajo y me dijo: “Tú crees que solo puedes dibujar caricatura y ahí te quedaste, tú ya tienes el talento y la visión, lo que te falta es explorar”, y me dio un libro padrísimo de plantas y árboles ilustrados, en donde todos son diferentes y resaltan la forma de la corteza, cada hoja es diferente y eso me empezó a abrir la mente de una manera impresionante. Empecé a dibujar esta parte de la naturaleza, las ramas, poco a poco fui cambiando mi estilo.
Ya más grande conocí a un gran amigo diseñador, Gabriel Martínez Meade, que me inspiró mucho para hacer mural, su trabajo me sirvió para redescubrirme como artista. Y como punto final, Querétaro me abrió las puertas del mural porque hay mucha gente que valora muchísimo el arte.
¿Qué le dirías a tu yo de niño que veía las caricaturas ahora que ya has hecho cosas para estudios como Universal?
Siempre he dicho que el único que tiene el potencial de defender sus ideales, de lograr sus sueños, de vencer sus miedos es uno mismo, porque ese niño sí creía en uno.
De las cosas que yo veía cuando era niño era El pájaro loco y cuando acababa la caricatura salía Walter Lantz, que era su ilustrador, él salía en su escritorio y el pájaro loco ilustrado brincaba en su escritorio, le brincaba en el hombro y yo decía: “Yo quiero ser como él, qué padre dibujar y qué padre llegar ahí”, y ahora que me dedico a esto y he trabajado no solo para Universal, con los Minions, sino también para Sony Pictures, para la película de Los Pitufos, digo: “Sí se puede vivir de esto y qué padre poder hacerlo”.
¿Cuál es la clave del éxito de Paulo Villagrán?
Combinar el arte con un estilo de vida que conlleva el servicio, la disciplina, el ser responsable, el tener siempre la disponibilidad de contestar correos.
Para mí es muy importante la lealtad, la honestidad, agradecer un pago, tomarme el tiempo de decirte: “Ya recibí tu pago, muchas gracias”. Yo creo que esa parte del servicio del artista es lo que hace que los artistas prevalezcan en este medio.
¿Diseñaste la playera de Gallos Blancos?
Sí, llegué a Gallos por un proyecto en el centro deportivo La Loma. Sergio López Vital, director comercial de Gallos, vio los murales que hice ahí y me invitó a conocer el Centro Deportivo de Gallos y arranqué el 2024 haciendo un mural ahí; después del mural se pensó hacer la playera de entrenamiento del equipo y, cuando salió la playera, se vino una avalancha de reconocimientos; voy al súper y me ha pasado que gente me para para decirme: “¿Tú hiciste la playera de Gallos?”.
Acabo de terminar el segundo mural para el equipo, en el que le hago un tributo al equipo femenil y varonil.
¿Qué haces en tus tiempos libres?
Me gusta leer, es algo que le he aprendido a mi esposa, ella es una gran lectora y además tiene un proyecto muy bonito de libros especiales que se llama Cuenta tus historias; me gusta escuchar rock en todas sus versiones, me encanta salir a caminar, me gusta meditar, andar en bici, nadar y dibujar.