“La lucha no se detiene”

Aunque se pueden reconocer avances, existen aún grandes retos en materia de igualdad y protección de los derechos humanos, por lo que Maricruz Ocampo invita a continuar trabajando en materia de género y a caminar juntos en una misma dirección

A propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en el que se invita a la reflexión sobre la brecha que todavía persiste en muchos aspectos relacionados con el género, Maricruz Ocampo Guerrero, abogada, activista, defensora de los derechos de las mujeres y dirigente de Aliadas Incidencia Estratégica en Querétaro, organización de la sociedad civil que vela por la protección y garantía de los derechos humanos con perspectiva de género, reconoce las áreas de oportunidad que continúan mermando el camino hacia un México igualitario.

Ocampo Guerrero afirma que la justicia, la paz y el desarrollo aún presentan un sesgo de género en el país y que la lucha para que las mujeres puedan ejercer, en plena libertad, el derecho a una mejor vida, a la salud, a la educación, a espacios libres de violencia y a políticas públicas incluyentes no se detiene.

Grandes avances, grandes retos

Este año se cumplen los primeros 25 años del nuevo milenio con grandes avances en cuanto a derechos de las mujeres en el país, pero también con desafíos aún por asumir, cuya resolución es de vital importancia para el completo reconocimiento de la mujer y un real Estado de derecho con perspectiva de género.

Sobre este tema, Maricruz Ocampo reconoce: “Tenemos grandes avances: nunca como hoy, las mujeres en México podemos ejercer derechos, pero no quiere decir que ya lo estemos en todos los ámbitos: tenemos que cerrar brechas de desigualdad salarial (…) las mujeres seguimos percibiendo menos, en promedio entre el 16 y 30 por ciento menos que compañeros que hacen el mismo trabajo. Todavía tenemos una carga de trabajo en el hogar muy pesada, lo que llamamos ‘doble jornada’, porque muchas mujeres salimos al campo laboral, tenemos que estar allá afuera, porque si no, nuestras familias no vivirían en las mismas condiciones (…) pero los hombres no han regresado a hacer esta parte que les toca, que tiene que ver con la corresponsabilidad, incluso la crianza. Tenemos otras situaciones donde no hemos logrado todos los avances que se quisieran, como lo son los espacios libres de violencia; seguimos siendo víctimas de muchas situaciones de violencia en la calle, en nuestras casas, en los centros de trabajo, y no hemos conseguido que haya un cambio realmente significativo, sobre todo, en las personas que lideran estos espacios, para que se reconozca que a una mujer no se le chifla, que una mujer que trabaja en tu oficina no es botín de guerra, que ella tiene derecho a caminar en la calle sin que nadie la moleste”.

Qué sucede en Querétaro

De la misma manera que a nivel nacional, en Querétaro se han visto avances significativos en materia de igualdad de género en los últimos años, pero todavía hay un campo de trabajo muy amplio sobre el tema.

Entre los avances recientes, Maricruz Ocampo advierte la mayor participación de mujeres en la administración pública y el beneficio de que en algunos municipios del estado se haya transitado de los institutos de la Mujer a secretarías de la Mujer, así como la creación de la Fiscalía Especializada en la Investigación de Delitos Contra la Vida de Mujeres.

“Eso eleva a rango de gabinete en muchos espacios la participación de las mujeres, eso es muy bueno, porque las secretarías tienen injerencia en las decisiones, tienen un presupuesto, tienen proyectos públicos, etcétera. Otra cosa muy buena es que tenemos varias fiscalías especializadas, entre ellas, la Fiscalía Especializada en la Investigación de Delitos Contra la Vida de Mujeres, que es algo que en otros estados de la República todavía están peleando.

“También tenemos una normativa muy interesante, porque aquí te reconocen violencias que no se reconocen en todas partes. En la ‘Ley estatal de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia’ se reconoce, por ejemplo, la violencia obstétrica; hemos hecho un trabajo importante en violencia vicaria, nos estamos moviendo hacia allá.

“Donde vemos atrasos o limitaciones, por ejemplo, en el tema de la legalización del aborto, este es un tema que la gran mayoría de los estados del país ya resolvió, ya la quitaron incluso de sus códigos penales (…) hay algunas cosas en las que vamos muy bien y otras en las que no vamos tan bien; ocupamos también primeros lugares en ciertos delitos de importancia contra las mujeres o que afectan directamente a las mujeres, por ejemplo, el delito de lesiones dolosas, y esto es preocupante porque estamos teniendo agresiones, regularmente vienen de la pareja o alguien de la familia, y, entonces, no hemos logrado transmitir que las mujeres tenemos derecho a estar tranquilas en nuestras casas”, indicó la especialista.

Lenguaje incluyente y no sexista

“Todavía hay gente a la que le duele decir presidenta”, dijo.

Entre los temas que en materia de igualdad de género siguen siendo un reto, Ocampo Guerrero reconoció el uso del lenguaje como un potenciador de desigualdad y violencia, tema que se atenuaría con el uso de un lenguaje incluyente y no sexista.

A pregunta expresa sobre la importancia del uso del lenguaje incluyente, la activista refiere que es debido a que “lo que no se nombra no existe, lo que no existe no se atiende y a lo que no se le atiende no le das presupuesto, y si yo, por ejemplo, no me refiero a una mujer como bióloga o como arquitecta, entonces, ellas no se ven así mismas reflejadas en estas mujeres, no hay ninguna razón para referirnos a las mujeres en masculino.

“Además, el lenguaje califica o se utiliza de tal manera que estamos experimentando ciertas violencias, como la violencia simbólica, la forma de referirnos a las mujeres hace que toda la sociedad tenga una percepción distinta a lo que todas las mujeres somos capaces de hacer. La idea de que el lenguaje masculino nos incluye a todas es errónea, nos hemos dado cuenta de que no es así, cuando no mencionamos a las mujeres, evidentemente las dejamos fuera, por eso es muy importante el lenguaje incluyente, incluye a hombres, a mujeres, empiezas a usarlo y también incluyes a personas con discapacidad, indígenas, etcétera”.

La Universidad de las Mujeres, cerrando la brecha de desigualdad

Maricruz Ocampo se encuentra en proceso de incorporación a la Universidad de la Mujeres, donde, como asesora, llevará sus conocimientos en materia de género y derechos humanos, acompañando la implementación de procedimientos con perspectiva de género, atención a las violencias y trabajo en programas de empoderamiento a las mujeres.

Sobre este tema, comentó que se encuentra “muy entusiasmada, es el único proyecto de este tipo a nivel nacional; yo, como activista y como defensora de los derechos de las mujeres, no había tenido la oportunidad de participar en un proyecto de este tipo, que puede cambiar la condición y posición de las mujeres; es muy interesante y que se pueda dar un proyecto como este es muy bueno.

“Proyectos como la Universidad de las Mujeres ayudan a cerrar la brecha de desigualdad. Uno de los reclamos que siempre hemos tenido desde hace cientos de años es el tema a la educación: por años no se nos educó a las mujeres, pero, además, por muchas circunstancias, como puede ser un embarazo a una edad muy joven o pobreza, en las que la misma cultura te dice: ‘No importa educar a tus hijas, tienes que educar a tus hijos’, como le ocurrió a muchas personas, que haya una universidad como esta, donde, además, la mayoría de las estudiantes son mamás, son mayores de 30 años, ayuda precisamente a resarcir esa falta de oportunidades que no tuvieron en una etapa más temprana de sus vidas y que ahora las están teniendo, es algo muy interesante y que no hemos apreciado. Las estudiantes son mujeres que muchas de ellas tuvieron que dejar los estudios cuando eran jóvenes por alguna razón y ahora, a través de la Universidad de las Mujeres, están teniendo la oportunidad de mejorar sus vidas”.

8 de marzo: la lucha no se detiene

Para Maricruz, como para millones de mujeres en el país, la defensa por los derechos humanos con perspectiva de género no se detiene y este 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el mensaje sigue siendo claro.

“Yo creo que el mensaje es que esta lucha no se detiene, la mujeres vamos por todo lo que por derecho nos corresponde, no estamos aquí para quitarle nada a nadie, sino para poder ejercer en plena libertad el derecho a una mejor vida, a un proyecto de vida, a un espacio libre de violencia, a la salud, a la educación, etcétera; eso que se nos negó por siglos y que hoy está consagrado en nuestra Carta Magna y que es nuestro por derecho. Creo que esas personas que se han opuesto a que hoy ejerzamos nuestros derechos o logremos esto están en una batalla que van a perder, indiscutiblemente, porque somos muchas, somos muy diversas, no somo monolíticas, no somos homogéneas y creo que es mejor que todos vayamos en la misma dirección, porque si las mujeres estamos bien, todo el país está bien”, finalizó.

La maldición del “Club de los 27”