China admitió que el globo le pertenecía, aunque aseguró que es un dirigible civil utilizado con fines de investigación, una explicación que sigue manteniendo y que, según Estados Unidos, carece de credibilidad
Varios buques de la Marina y de la Guardia Costera de EUA se encuentran en el área donde se hundió el “globo espía” chino, derribado el sábado por Estados Unidos, realizando tareas de búsqueda de los restos del aparato.
Altos funcionarios militares confirmaron a la prensa estadounidense que el globo cayó a una profundidad de unos 14 metros, por lo que las tareas de rescate no serán tan complicadas, aunque buzos de la Marina están también en la zona para buscar en el agua las posibles piezas.
También hay “embarcaciones no tripuladas que pueden bajar para recuperar la estructura y volver a levantarla en el barco de recuperación”, explicó un funcionario a la CNN, y dijo que recuperar los restos del globo tomará “un tiempo relativamente corto”.
Según recordó este domingo, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, el perímetro en el que se buscan los restos del globo, que tenía el tamaño de unos tres autobuses escolares, tiene 11.2 kilómetros.
“The New York Times” precisa, citando a funcionarios de defensa, que la operación comenzó poco después de que los restos del globo cayeran al agua y que un barco de la Armada llegó al lugar poco después del suceso.
Todo ello después de que el sábado el globo fuera derribado “con éxito” con un misil lanzado desde un avión de combate, frente a la costa de Carolina del Sur, informó el departamento de Defensa.
Desde entonces se puso en marcha una operación para recuperar los restos caídos al mar y conocer los mayores detalles posibles de una misión con la que Pekín buscaba “vigilar sitios estratégicos”, entre ellos, lugares “militares sensibles”, asegura Washington.