Al menos 484 niños, incluido uno muerto en el último ataque con misiles rusos en Kiev el jueves, han perdido la vida a manos de las tropas rusas
Los ucranianos lamentan el impacto de la invasión rusa en sus hijos, conmemoran a los cientos de muertos entre ellos y buscan el regreso de miles de niños que han sido deportados de Rusia mientras el mundo celebra el Día Internacional del Niño.
Al menos 484 niños, incluido uno muerto en el último ataque con misiles rusos en Kiev el jueves, han perdido la vida a manos de las tropas rusas y han resultado heridos, según la Oficina del Fiscal General de Ucrania.
Cerca de 20 mil han sido reportados oficialmente como secuestrados y deportados a Rusia, Bielorrusia y a territorios controlados por Rusia en Ucrania. Las cifras reales pueden ser más altas.
“Nuestros hijos ya están acostumbrados a las alarmas y misiles de ataque aéreo. Cuando escuchan una sirena, van a un refugio antiaéreo y solo preguntan: ¿sobreviviremos? No tiene por qué ser así”, dijo a EFE Tetiana, trabajadora en una biblioteca infantil en Leópolis.
Leópolis sigue albergando a un gran número de niños y a sus familias de toda Ucrania debido a su distancia de la línea del frente y a los ataques con misiles y drones, menos frecuentes.