En comisiones de la Cámara de Diputados se aprobó una reforma constitucional para reducir la jornada laboral y establecer un modelo de cinco días de trabajo por dos de descanso
La reducción de la jornada de trabajo es uno de los temas de la agenda legislativa laboral que más expectativas ha generado en los últimos meses y que más dará de qué hablar en los pasillos del Congreso de la Unión en el periodo de sesiones que inicia el 1 de septiembre. Sin embargo, todavía no existen los consensos para asegurar su avance.
En abril de este año, antes de concluir el periodo ordinario anterior, en comisiones de la Cámara de Diputados se aprobó una reforma constitucional para reducir la jornada laboral y establecer un modelo de cinco días de trabajo por dos de descanso, lo que implicaría una disminución de 48 a 42 horas semanales, pero el proyecto no logró llegar al pleno.
Para la senadora Patricia Mercado, secretaria de la Comisión de Trabajo del Senado, la única certeza hasta ahora en torno al tema es que a partir del próximo periodo de sesiones habrá una discusión más fuerte, pero su aprobación dependerá de los acuerdos que se alcancen. Al tratarse de una modificación a la Carta Magna, el reto es mayor.