“Tienen todo el derecho de hacerlo (de protestar) porque en nuestro país no hay represión, se garantizan a plenitud las libertades, no se limita la libertad de manifestación, de expresión”, argumentó
El presidente de México pidió este viernes a las manifestantes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que protesten de forma “pacífica” tras alertar días antes de posibles “infiltrados” que buscan “destruir” los edificios del Gobierno.
“Nada más decir que se procure protestar, manifestarse, que es un derecho, de manera pacífica. Que no se tiren piedras o bombas, que no se utilicen sopletes, que no se agreda a quienes están cuidando el orden, protegiendo bienes, tiendas, comercios, sitios históricos, la catedral, el Palacio Nacional”, expuso en una conferencia.
Para este 8M, el Gobierno de Ciudad de México anunció el jueves un operativo con 2.300 policías femeninas para vigilar la marcha, mientras que el mandatario justificó las vallas metálicas a lo largo del centro histórico y alrededor del Palacio Nacional, donde él vive y trabaja, ante el riesgo de vandalismo.
El Presidente, quien ha recibido críticas de agrupaciones feministas por minimizar la violencia machista, reiteró ahora su acusación sobre la presencia de “encapuchados” en la manifestación feminista.
“No es una orden, ni un mandato, una instrucción, es una recomendación respetuosa: que se quiten la capucha. Si vivimos en un país libre, ¿para qué cubrirse? Y la libertad no se implora, se conquista, y hay que dar la cara, también para actuar con libertad y democracia, pero con el principio de la no violencia”, insistió.
Agrupaciones feministas han denunciado en marchas anteriores que la policía las reprime y “encapsula” para evitar su avance, pero el presidente aseveró ahora que su Gobierno respeta la libertad de manifestación.
“Tienen todo el derecho de hacerlo (de protestar) porque en nuestro país no hay represión, se garantizan a plenitud las libertades, no se limita la libertad de manifestación, de expresión, como era antes”, argumentó el mandatario.
La marcha del 8M en México cobra relevancia porque, además de la violencia machista, con más de 10 mujeres asesinadas al día, el país se encamina a votar por su primera mujer presidenta en las elecciones del 2 junio, en las que las principales candidatas son la oficialista, Claudia Sheinbaum, y la opositora Xóchitl Gálvez.