Prevén las enfermedades con hábitos saludables

La incorporación de prácticas sencillas puede mejorar la calidad de vida y prevenir la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares y respiratorias

Practicar un estilo de vida saludable repercute de manera positiva en el funcionamiento del cuerpo y la mente, y coadyuva en la prevención de enfermedades crónico degenerativas no transmisibles notablemente.

Incorporar hábitos y prácticas saludables a nuestra rutina diaria, además de aumentar nuestra calidad de vida, puede ayudar a prevenir la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre otras, con simples prácticas como hacer ejercicio con regularidad, descansar bien y tener una alimentación equilibrada.

Pero, ¿cómo crear hábitos saludables? Aquí te damos algunas recomendaciones para lograrlo.

Identifica el hábito saludable que quieres seguir. Por ejemplo, irte a la cama a determinada hora o tenderla temprano tras levantarte, leer las etiquetas nutrimentales de los alimentos que consumes, etcétera.

Establece metas que puedas alcanzar a un plazo. Es importante fijar un tiempo determinado para lograr tus metas, ya sea a corto, mediano o largo plazo.

Ten un plan alterno en caso de no lograr alguna meta. Siempre es bueno contar con un plan B en caso de que la rutina que sigues para cumplir tu meta no esté funcionando, en cuyo caso puedes modificarla o cambiar tus rutinas o hábitos para conseguirla.

Establece el uso de recordatorios. Las notas o alarmas programadas te mantendrán consciente de las metas que persigues y te servirán como motivación para seguir adelante.

Monitorea tus avances. Llevar un registro físico de los avances en tus metas, ya sea en un calendario o en una agenda, te ayudará a seguir motivado y lograr tus objetivos en los plazos propuestos.

Hábitos importantes para adoptar

• Hacer ejercicio. Puedes comenzar por caminar 10 minutos a diario o practicar algún deporte de tu interés.
• Mantén una dieta equilibrada. Alimentarte sanamente incluye no saltarte comidas e incluir en tu dieta diaria frutas y verduras.
• Descansa apropiadamente. Es importante establecer y respetar tus horarios de descanso, procurando dormir entre siete y ocho horas diarias.
• Hidrátate. Es importante reponer los líquidos corporales que perdemos diariamente a través del sudor, etcétera.
• Cuida tu salud mental. Este aspecto es tan importante como lo físico y se recomienda para ello leer por lo menos 10 minutos al día, o realizar alguna actividad que te genere felicidad.
• Conserva una buena higiene. Es importante para prevenir enfermedades mantenerte limpio, lavarte las manos antes de comer y después de ir al baño, tomar una ducha diaria, etcétera.
• Los hábitos saludables no simplemente se relacionan con la alimentación y el ejercicio, sino que van de la mano del cuidado del cuerpo y de la mente.
• Evita fumar y consumir bebidas alcohólicas, pues el cuidado preventivo es el mejor de todos.
• Para que el sistema inmunológico funcione correctamente se requiere de una nutrición adecuada, con una alimentación equilibrada y variada de legumbres, cereales y proteínas de buena calidad.

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