Las restricciones fronterizas que se han impuesto debido a la pandemia de COVID-19, no han detenido el flujo y, al contrario, han hecho que migrantes se vean obligados a recurrir a los traficantes de personas
La oficina de las Naciones Unidas para las drogas y el crimen publicó hoy un informe sobre la trata de personas y la migración en el contexto de la pandemia, según el cual, las redes de tráfico de personas continúan operando.
El informe, centrando en la migración que tiene como objetivo llegar a Norteamérica y a Europa, señala que las rutas del este del Mediterráneo que llega de Marruecos hacia España, que no se han modificado.
En el caso de la ruta del Mediterráneo en su parte central que va de Libia hacia Italia, el flujo ha aumentado de manera significativa en relación con los primeros años de 2019. El organismo atribuye el aumento a la guerra interna que se desarrolla actualmente en Libia.
La única ruta hacia Europa que ha visto disminuido el flujo, es la que va de Turquía a Grecia, aunque la ONU considera que la disminución puede deberse a las relaciones entre Turquía y la Unión Europea.
De acuerdo con el organismo, las restricciones fronterizas que se han impuesto debido a la pandemia de COVID-19, no han detenido el flujo y, al contrario, han hecho que los migrantes se vean obligados a recurrir a los traficantes de personas.
“También los cierres y las restricciones, a menudo resultan en el uso de rutas y condiciones más riesgosas, y precios más altos para el contrabando de personas, exponiendo a los migrantes y refugiados a un mayor abuso, explotación y tráfico.
Los contrabandistas también pueden beneficiarse de una situación de mayor demanda al elevar los precios de sus servicios”, señala el documento del organismo.
Las dificultades se replican con los migrantes que buscan escapar del llamado Triángulo del Norte, Centroamérica y Venezuela, y que por crisis económica o violencia interna, buscan migrar hacia norteamérica.
Una de las mayores preocupaciones de la oficina de la ONU para las drogas y el crimen, son las tensiones económicas y políticas que se deriven de la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con el organismo, aumenta también el riesgo de que los migrantes sean víctimas de secuestros, extorsiones, violaciones y en general, violencia, al momento de migrar.