El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia informó que en un trabajo en conjunto con autoridades de Sudán fueron liberados 883 niños, para evitar la propagación de COVID-19, en los centros de detención de menores
En Sudán 883 niños, entre las edades de 13 a 17 años, fueron liberados de los centros de detención y reunidos con sus familias o colocados en cuidado familiar alternativo, informó la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) mediante un comunicado publicado en su sitio web.
La medida fue parte de un esfuerzo de las autoridades sudanesas, que han estado trabajando con UNICEF y sus socios, para descongestionar los centros de detención como medida para evitar la propagación de COVID-19.
Actualmente, más de 160 niños permanecen detenidos debido a la gravedad de los delitos de los que se les acusa y al temor de represalias hacia ellos si regresan a sus comunidades.
La mayoría de las familias de los niños pudieron ir a los centros de detención para llevar a sus hijos a casa, a los que viven lejos se les proporcionó arreglos de transporte para que puedan estar en casa con sus familias o dentro de sus comunidades.
UNICEF trabajó con el Consejo Nacional para el Bienestar Infantil, los Consejos Estatales para el Bienestar Infantil (SCCW) y los centros de detención, específicamente las Unidades de Protección de la Familia y el Niño (FCPU) para reunir a los niños liberados con sus familias.
La UNICEF proporcionó suministros de higiene y saneamiento, incluidos jabón, kits de higiene y algunos equipos de protección personal a los niños que permanecen en los centros de detención.
En todo Sudán hasta la fecha, 949 niños han estado detenidos en las etapas previas al juicio en los 18 estados de Sudán por entrar en conflicto con la ley.