A casi un mes de la controvertida reelección del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko; miles de personas volvieron a tomar las calles de la ciudad de Minsk
Decenas de miles de bielorrusos volvieron a desafiar este domingo la feroz represión del régimen para protestar contra la reelección de Alexander Lukashensko en Minsk, donde las fuerzas del orden acordonaron el centro de la ciudad y blindados protegían lugares estratégicos.
Lukashenko, de 66 años, se mantiene firme y aparece regularmente con un fusil automático en mano para denunciar a las “ratas” que se manifiestan en su contra, mientras pide ayuda a Rusia.
Ante un presidente que descarta cualquier diálogo, los opositores volvieron a las calles para protestar contra la elección del 9 de agosto, que consideran fraudulenta, y reclamar nuevas elecciones pese a la brutal represión de las manifestaciones.
Esta semana estuvo marcada por la severa respuesta a protestas de estudiantes, con detenciones de éstos y de periodistas.
Al son de tambores, siempre portando los colores rojo y blanco de la oposición, los manifestantes partieron al comienzo de la tarde en marchas desde los distintos barrios de Minsk, para reunirse y formar dos impresionantes desfiles en avenidas que convergen en el centro.
La masa coreaba consignas como “¡Tribunal!” o “¿Cuánto te pagan?”, dirigidas a la policía. Luego se dirigieron hacia el Palacio de la Independencia, un enorme edificio rodeado por un importante dispositivo de seguridad.
Según periodistas de la agencia francesa de noticias AFP, la movilización fue mayor que en domingos anteriores, concentrando más de 100 mil personas.
Al igual que la semana pasada, las fuerzas del orden se desplegaron masivamente, con cañones de agua e incluso vehículos blindados del ejército alrededor de edificios estratégicos. Las estaciones de metro estaban bloqueadas con barreras y alambre de púas.
Según la organización de defensa de los derechos humanos Viasna, al menos 75 personas fueron detenidas al margen de la manifestación de este domingo.
“¿Por qué la presidenta legalmente electa está refugiada en el exterior?”, preguntaba a la agencia francesa de noticias AFP Nikolai Diatlov, bancario de 32 años, refiriéndose a la líder opositora Svetlana Tijanóvskayade, quien reivindica la victoria y se exilió en Lituania.
Otra opositora de fuste, Olga Kovalkova, anunció el sábado haber partido a Polonia tras amenazas de la inteligencia bielorrusa.
“Quedé conmocionado por la detención y golpizas a ciudadanos pacíficos (…) Estoy a favor de nuevas elecciones (…) ninguno de mis amigos votó a Lukashenko”, declaró por su lado Nikita Sazanovich, de 28 años.