El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso a la jueza conservadora Amy Coney Barrett para ocupar la vacante de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de Justicia
El presidente Donald Trump nominó el sábado a la jueza conservadora Amy Coney Barrett para integrar la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que desatará una batalla en el Senado, de mayoría republicana, para su confirmación a poca más de cinco semanas de las elecciones.
Barrett, de 48 años, estaba en la Casa Blanca con Trump cuando el mandatario hizo el anuncio. Trump la calificó como “una de las mentes más brillantes y talentosas de nuestra nación” en materia de justicia.
Mirando a Barrett, Trump dijo que la jueza de la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito de Chicago “está muy calificada para el trabajo”. Ella y su esposo abogado tienen siete hijos, dos de los cuales fueron adoptados desde Haití, y estaban en la ceremonia realizada en el Rose Garden de la Casa Blanca.
Si es ratificada para reemplazar a la liberal Ruth Bader Ginsburg, quien murió a los 87 años el 18 de septiembre, Barrett se convertirá en la quinta mujer en ocupar un asiento en el máximo ente judicial de Estados Unidos y extendería su mayoría conservadora a 6-3.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 26, 2020
Con los republicanos controlando el Senado, la confirmación parece segura, aunque los demócratas podrían intentar hacer el proceso lo más engorroso posible.
“Amo a Estados Unidos y amo la Constitución de Estados Unidos”, sostuvo Barrett, que dijo sentirse “profundamente honrada” por la confianza depositada por Trump.
Barrett también elogió a Ginsburg, a la que calificó como “una mujer de enorme talento y trascendencia”.
La nominada por Trump se comprometió además, si es ratificada, a seguir la línea del difunto juez Antonin Scalia, un conservador acérrimo que era muy cercano a Ginsburg. Barrett fue alguna vez parte de un equipo de trabajo liderado por Scalia.
“Su filosofía judicial también es la mía: un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son responsables de formular políticas”, dijo Barrett.