“Hemos lanzado una campaña de comunicación sobre la necesidad de que las niñas vuelvan a la escuela”, dijo la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay
Once millones de niñas en todo el mundo corren el riesgo de no volver a la escuela cuando terminen las restricciones por el Covid-19, advirtió el jueves la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, en un viaje a la República Democrática del Congo (RDC).
“Hemos lanzado una campaña de comunicación sobre la necesidad de que las niñas vuelvan a la escuela”, dijo durante una visita a una escuela secundaria en Kinshasa, tres días después del comienzo del año escolar en el país.
La educación de las niñas en todo el mundo “lamentablemente sigue siendo muy desigual”, dijo la exministra francesa de cultura, señalando que su educación y su acceso a la escuela es una prioridad para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
A su lado, el ministro congoleño de Educación Primaria y Secundaria, Willy Bakonga, invitó a la UNESCO a apoyar la educación primaria pública gratuita implementada por el presidente Félix Tshisekedi desde septiembre de 2019 en la RDC.
Esta medida ha permitido que más de cuatro millones de niños se integren o reintegren en el sistema educativo, según el ministro.
Felicitándose de una reforma “muy ambiciosa”, Azoulay subrayó que, no obstante, planteaba “enormes problemas en cuanto a la infraestructura, el número de escuelas, la formación de los maestros y también la capacidad de financiar los sueldos de los maestros”.
Haciendo un llamamiento a las niñas para que continúen sus estudios “el mayor tiempo posible”, prometió apoyar a las autoridades congoleñas en “el esfuerzo masivo que debe hacerse por la calidad de la educación”.
“Esta es la petición que ya hemos hecho al Banco Mundial”, dijo.
El costo de la educación gratuita se estima en unos 2 mil 640 millones de dólares al año, una suma considerable para la RDC, cuyos ingresos presupuestarios no superaron los 2.500 millones de dólares en fecha del 11 de septiembre, según el banco central del Congo.