Armenia y Azerbaiyán se acusaron mutuamente el domingo de violar un nuevo alto el fuego humanitario en la lucha por el enclave montañoso de Nagorno-Karabaj, horas después de que ambos países acordaran una segunda tregua.
El alto el fuego pactado el sábado entró en vigor a medianoche, después de el negociado por Rusia hace una semana no lograra detener los peores combates en el Cáucaso meridional desde los años noventa. Al menos 750 personas han muerto desde que el conflicto comenzó el 27 de septiembre.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo que la región de Aghdam, adyacente a Nagorno-Karabaj, se encontraba bajo bombardeo de Armenia, agregando que durante la noche las unidades militares armenias abrieron fuego con armas de gran calibre a lo largo de la frontera.
Armenia negó esas afirmaciones asegurando que el ejército azerbaiyano había disparado dos veces durante la noche y acusó a Bakú de rechazar su petición de retirar a los soldados heridos del campo de batalla.
“Esta propuesta fue rechazada categóricamente por Bakú”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado. Bakú, mientras, calificó la declaración de desinformación.
Además, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán apuntó que “el enemigo disparó a los alrededores de la ciudad de Jabrail, así como a las aldeas de esa región usando morteros y artillería (…) El ejército de Azerbaiyán tomó por tanto las medidas de represalia adecuadas”.
El Ministerio de Defensa añadió que unidades militares azeríes derribaron un avión de guerra armenio Su-25 “que intentaba infligir ataques aéreos a las posiciones de nuestra armada en la región de Jabrail”. Ereván lo negó de inmediato.
Por su parte, Nagorno-Karabaj informó de que las fuerzas azeríes habían lanzado un ataque contra las posiciones militares del enclave causando bajas y heridos en ambos lados.
Nagorno-Karabaj es un territorio montañoso reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero poblado y gobernado por armenios étnicos.
El alto el fuego a principios de este mes tenía como objetivo permitir a las partes intercambiar detenidos y cuerpos de soldados fallecidos durante los enfrentamientos.
La nueva tregua fue anunciada el sábado después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, hablara por teléfono con sus homólogos armenio y azerí.
Bakú dijo el sábado que 60 civiles azeríes habían muerto y 270 habían resultado heridos desde que estallaron los combates, pero no detalló el número de bajas militares.
Nagorno-Karabaj indicó que, hasta el momento, 673 militares y 36 civiles han perdido la vida a causa del conflicto.
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