Tanto Reino Unido como Estados Unidos señalan al Gobierno de Rusia por orquestar ataques cibernéticos para sabotear los Juegos Olímpicos de Tokio que se celebrarán el siguiente año
Reino Unido y Estados Unidos condenaron lo que dijeron que eran intentos de la inteligencia militar rusa de perturbar con ciberataques los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del próximo año en Tokio.
Las autoridades británicas y estadounidenses dijeron que la Unidad 74455 de la agencia de inteligencia militar rusa GRU había llevado a cabo operaciones de “ciberreconocimiento” contra los organizadores, proveedores de logística y patrocinadores de la justa olímpica.
En una acusación revelada el lunes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que seis miembros de la unidad habían desempeñado un papel clave en ataques a objetivos que iban desde los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Corea del Sur hasta las elecciones francesas de 2017.
Funcionarios británicos dijeron que los hackers de GRU también habían realizado operaciones de “reconocimiento cibernético” contra los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que originalmente estaban programados para este año pero fueron pospuestos debido al brote de coronavirus.
Declinaron a dar más detalles sobre los tipos de ataques o sobre si habían tenido éxito, pero dijeron que apuntaban a los organizadores del evento, proveedores de logística y patrocinadores.
“Las acciones de la GRU contra los Juegos Olímpicos y Paralímpicos son cínicas e imprudentes. Las condenamos en los términos más enérgicos posibles”, dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab.
El subdirector del FBI, David Bowdich, aseguró en tanto que “el FBI ha advertido en repetidas ocasiones que Rusia es un adversario cibernético altamente capaz, y la información revelada en esta acusación ilustra cuán penetrantes y destructivas son realmente las actividades cibernéticas de Rusia”.
Rusia fue excluida de los principales eventos deportivos del mundo durante cuatro años en diciembre por un dopaje generalizado, incluyendo los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los ataques a la justa olímpica son los últimos de una serie de intentos de piratería informática contra las organizaciones deportivas internacionales que, según los funcionarios occidentales y los expertos en seguridad cibernética, han sido orquestados por Rusia desde que estalló el escándalo del dopaje hace cinco años.
Moscú ha negado reiteradamente las acusaciones.