Con gases lacrimógenos, elementos de las fuerzas de seguridad de Guatemala impidieron el avance de una nueva caravana de migrantes centroamericanos que salió de Honduras, la semana pasada
Miles de migrantes que ingresaron a pie a Guatemala, en su viaje desde Honduras hacia Estados Unidos, fueron frenados este domingo 17 de enero por la policía que les lanzó gas lacrimógeno y por militares que aporrearon con palos a quienes insistían en avanzar a empujones.
Los migrantes fueron cercados en una carretera del poblado de Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, frontera con Honduras. Según cifras oficiales, hasta este lugar han llegado al menos 6 mil de las 9 mil personas que se estima ingresaron a Guatemala.
“Esto es demasiado (la actitud de la policía). Venimos de forma humilde. No estamos haciendo mal a nadie”, dijo a la AFP la hondureña Marisol Domínguez, de 35 años. La mujer viaja con su esposo, huyendo de la crítica situación económica en su país, agravada por el paso desastroso de los huracanes Eta e Iota en noviembre.
“No nos vamos a mover ni a darnos por vencidos. No es posible volver a Honduras a lo mismo”, sentenció Domínguez, quien dejó en su país a cargo de familiares a cinco hijos de entre 2 y 13 años.
Desde la noche del sábado, los migrantes están varados en este punto estratégico a menos de 50 kilómetros de la frontera, pues es difícil continuar el rumbo por otro lado ante la accidentada geografía del lugar.