En medio del caos reinante en el aeropuerto de Kabul, por lo menos 7 personas han muerto desde que los talibanes retomaron el control del poder en Afganistán
Una multitud apretujada y presa del pánico que intentaba ingresar al aeropuerto de Kabul causó la muerte de siete civiles afganos, informaron el domingo militares británicos, reflejo de los peligros de la caótica evacuación luego que el Talibán se alzó con el poder.
El Talibán emprendió acciones para contener las primeras muestras de resistencia armadas desde que tomó casi todo el territorio en cuestión de días a principios de este mes. Combatientes opositores aseguran haber tomado el control de tres distritos montañosos, y un reconocido comandante militar en la única provincia que sigue fuera de control Talibán prometió pelear en caso de ser atacado.
El domingo, el Ejército de Reino Unido informó de al menos siete decesos en el aeropuerto. Otras personas pudieron haber muerto pisoteadas, sofocadas o por ataques cardíacos mientras los combatientes talibanes disparaban al aire para intentar mantener a raya a la multitud. Los soldados cubrieron varios cadáveres con mantas de color blanco, mientras otros elementos subían a barreras de concreto para intentar tranquilizar a los presentes.
El aeropuerto de Kabul, una de las pocas rutas de escape del país en este momento, ha registrado días de caos desde que el Talibán ingresó a la capital el 15 de agosto. Miles de personas irrumpieron en la pista la semana pasada y varios afganos murieron al caer después de aferrarse a un avión del ejército estadounidense que intentaba despegar.
El Talibán se ha comprometido a dar amnistía a aquellos que colaboraron con Estados Unidos, la OTAN y el gobierno afgano, pero muchos afganos aún temen represalias. Han surgido reportes en días recientes de que el Talibán ha ido detrás de viejos enemigos. Se desconoce si los líderes del Talibán dicen una cosa y hacen otra, o si los combatientes están tomando el asunto en sus manos.
A las afueras del aeropuerto el sábado, tropas de occidente en uniforme de combate intentaban controlar a las enormes multitudes, tan grandes que pueden verse en imágenes satelitales. Retiraban a algunos que pálidos y deshidratados. Con temperaturas de hasta 34 grados centígrados, los soldados rociaron agua de una manguera y entregaron botellas de agua a las personas.
“La situación en el aeropuerto de Kabul sigue siendo sumamente complicada e impredecible”, dijo un funcionario de la OTAN que habló bajo condición de anonimato en apego de las normas. El funcionario no pudo confirmar un número preciso de víctimas.
La embajada de Estados Unidos, que se ha reubicado en una instalación militar en el aeropuerto, ha informado a ciudadanos de Estados Unidos y otras naciones que no vayan al aeropuerto hasta que no hayan recibido instrucciones precisas.
