El 4 de agosto, México acusó a varios fabricantes de armas a quienes señala de abastecer al mercado criminal local y a los que reclama una compensación que podría alcanzar los 10 mil millones de dólares
El canciller mexicano Marcelo Ebrard arremetió contra los fabricantes de armas y los acusó de financiar a los desarrolladores de videojuegos para fomentar el consumo de sus productos entre los jóvenes de Estados Unidos y el mundo.
Durante la mañanera del martes, el secretario de Relaciones Exteriores comentó que la demanda que interpuso el gobierno mexicano ante una Corte de Estados Unidos se justifica en que su producción y publicidad favorecen el tráfico hacia México.
“México demandó que las prácticas en fabricación, distribución, publicidad y venta de estas empresas favorecen el tráfico y uso de armas en nuestro país vinculado a la violencia”, indicó el canciller.
Agregó: “Imitan hasta el color marfil o características similares a las armas detenidas cuando se actúa en contra de esos grupos delincuenciales, ellos saben que están dirigidos también están financiando videojuegos, eh, para fomentar la expansión del consumo de armas con los jóvenes”.
De acuerdo con la demanda, “casi todas las armas recuperadas en las escenas del crimen en México -entre el 70 y el 90 por ciento de ellas- fueron traficadas desde Estados Unidos”.
Entre los casos incluidos en la demanda en los que supuestamente fueron usadas armas de esas compañías figura un choque entre militares y sicarios de uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuando fue detenido y liberado en un operativo fallido en octubre de 2019.