La escasez de semiconductores, esenciales en la fabricación de teléfonos móviles, vehículos y equipamiento médico, ha sido persistente durante la pandemia
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, alertó sobre la “alarmante” falta de chips en el país, que podría obligar a cerrar fábricas en caso de un repunte de los casos de Covid-19, un desastre natural o inestabilidad política en un país productor extranjero.
“La situación en la que nos encontramos como país es alarmante y necesitamos tomar medidas urgentes para aumentar nuestra capacidad doméstica”, indicó Raimondo, tras presentar el informe “Riesgos en la Cadena de Suministro de Semiconductores”.
Este estudio determinó que los fabricantes de automóviles o aparatos médicos, entre otros, han pasado de tener un inventario de microchips suficiente para producir durante 40 días en 2019 a disponer de chips para seguir produciendo durante únicamente cinco días en 2021.
Esta drástica caída de las reservas implica que cualquier imprevisto en la cadena de suministro puede tener graves consecuencias en la producción estadounidense, especialmente cuando una gran parte de la misma se encuentra fuera de territorio estadounidense.