Joe Biden celebró lo que describió como un “descenso drástico” en los contagios de la COVID-19 en su país, aunque hay una tendencia al alza en las muertes
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este viernes lo que describió como un “descenso drástico” en los contagios de la COVID-19 en su país en las últimas semanas, aunque los casos siguen altos con respecto a otros momentos de la pandemia y hay una tendencia al alza en las muertes.
“La crisis de la COVID-19 se ha recortado a la mitad en solo tres semanas. Todavía hay demasiados casos y necesitamos estar alerta. Pero seamos claros, este es un descenso drástico”, dijo Biden en un discurso desde la Casa Blanca para hablar de los datos de empleo.
En efecto, el promedio semanal de nuevos casos en Estados Unidos ha bajado de los casi 790 mil del pasado 12 de enero a alrededor de 378 mil este miércoles 2 de febrero, según los últimos datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
La caída de los contagios se está registrando en prácticamente todos los estados, y en algunos, como Nueva York y Maryland, es de más del 70% en las últimas dos semanas, de acuerdo con el recuento de “The New York Times”.
Sin embargo, a pesar del optimismo de Biden, los casos siguen mucho más altos en el país que antes de que llegara la variante ómicron: a comienzos de diciembre, el promedio semanal de nuevos contagios rondaba los 100 mil.
En el anterior punto álgido de la pandemia en Estados Unidos, en enero de 2021, ese promedio no superó los 250 mil, según los datos de los CDC.
Las hospitalizaciones también están bajando, aunque siguen en uno de sus mayores niveles de toda la pandemia, con un promedio semanal de unas 133 mil, indica el rastreo del “New York Times”.
Y la tendencia actual en las muertes es el alza: el promedio semanal es de 2 mil 400, el doble que a mediados de diciembre, según los CDC.
Ese auge preocupa a los expertos porque es mucho más pronunciado que en otros países desarrollados: los estadounidenses mueren ahora por COVID-19 a un ritmo diario que casi duplica el de los británicos y cuatriplica el de los alemanes, señaló esta semana un análisis de “The New York Times”.
En todos esos países hay más ciudadanos vacunados y con dosis de refuerzo que en Estados Unidos, donde apenas el 64% de la población está inmunizada con dos dosis y solo el 42% de los que podían ponerse una tercera dosis lo han hecho, de acuerdo con los CDC.