Las ejecuciones están relacionadas por la justicia saudí con el grupo terrorista Estado Islámico, aunque también con Al Qaeda e incluso con el movimiento chií yemení hutí, al que consideran una organización terrorista
La ejecución esta semana de 81 prisioneros por parte de las autoridades de Arabia Saudí constituye una “exhibición brutal” del “gobierno autocrático” de la monarquía del país árabe, la mayor ejecución masiva en años en un país donde “el sistema de justicia criminal hace muy improbable que los reos condenados hayan tenido un juicio justo”, denunció este lunes en un comunicado la organización Human Rights Watch (HRW).
Michael Page, subdirector de HRW para Oriente Medio, indicó que la “chocante insensibilidad” de Arabia Saudí en el trato a esta minoría se agrava en este caso ante el hecho de que “muchas de las familias descubrieron” la ejecución de sus seres queridos cuando ya se había producido y a través de los medios.
El gobierno saudí informó el pasado día 12 de estas ejecuciones, la mayoría de las cuales ocurrió contra ciudadanos saudíes, aunque también afectó a algunos yemeníes y un sirio.
Según indicaron, las ejecuciones están relacionadas por la justicia saudí con el grupo terrorista Estado Islámico, aunque también con Al Qaeda e incluso con el movimiento chií yemení hutí, al que Arabia Saudí combate en ese país vecino y al que considera una organización terrorista.
Pero entre los delitos cometidos por los condenados que enumera de forma general también se encuentran los de secuestro, violación, atraco, robo a mano armada, encubrimiento de personas buscadas por la justicia o incitación a la sedición.
Según el Ministerio de Interior, todos los condenados “fueron juzgados en los tribunales saudíes, en juicios supervisados por un total de 13 jueces en tres etapas distintas para cada individuo” y sus condenas fueron ratificadas por una corte de apelación.
Pero, de acuerdo con HRW, solo tres de los 41 chiíes ejecutados lo fueron por delitos de asesinato, mientras que otros lo fueron por delitos como “obstrucción al arresto” o “incitar conflictos y difundir el caos”.
