La Unicef advirtió que la pandemia de COVID-19 agravó la desigualdad educativa de 405 millones de niñas y niños en 32 países pobres y en vías de desarrollo
Durante los últimos dos años, la pandemia de COVID-19 afectó la educación presencial de aproximadamente 150 millones de niñas y niños; informó el Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El organismo advirtió que, entre 2020 y 2022, más de 147 millones de menores de edad perdieron un total de 2 billones de horas de clases presenciales.
Según el informe “¿Están aprendiendo realmente los niños?”, la Unicef alertó que las escuelas de 23 países, dónde viven más de 405 millones de infantes en edad escolar, siguen sin abrir por completo.
El organismo de la ONU manifestó su preocupación de que muchos de estos menores de edad abandonen sus estudios.
Las escuelas de 23 países, con 405 millones de niños en edad escolar, continúan sin abrir sus puertas por completo por la pandemia de #COVID19 @UNICEF https://t.co/6O5y7Q59Sf
— Noticias ONU (@NoticiasONU) March 30, 2022
COVID-19 provoca desigualdad en educación
“Cuando los niños no pueden interactuar directamente con sus profesores y sus compañeros, su aprendizaje se resiente. Cuando no tienen la posibilidad de interactuar de ningún modo con sus maestros y sus compañeros, la pérdida de aprendizaje puede ser permanente”, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
A raíz del impacto de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, el nivel de aprendizaje es alarmantemente bajo en 32 países pobres o en vías de desarrollo. Liberia, Sudáfrica, Uganda y Malawi son ejemplo de lo anterior.
La progresiva desigualdad “en el acceso al aprendizaje puede hacer que la educación se convierta en el mayor factor de división, en lugar de ser el mejor instrumento para la igualdad. Cuando el mundo no consigue educar a sus niños, todos sufrimos las consecuencias”, agregó la titular de Unicef.