Kiev ha negado repetidamente las acusaciones rusas y, de hecho, ha pedido la visita de esos expertos del OIEA para despejar cualquier duda
Rusia planteó ante el Consejo de Seguridad de la ONU sus acusaciones sobre los supuestos preparativos de Ucrania para usar una “bomba sucia” en su propio territorio, una cuestión que las potencias occidentales ven como un intento de sembrar desinformación por parte de Moscú.
La delegación rusa hizo una presentación sobre el asunto durante una reunión a puerta cerrada, con el fin de poder distribuir ciertos detalles que no quería que se hiciesen públicos, según explicó al término de la cita su embajador adjunto, Dmitry Polyanskiy.
El diplomático dijo que el objetivo ruso era simplemente trasladar a los miembros del Consejo de Seguridad los informes de inteligencia que apuntarían a que Kiev está preparando una “bomba sucia”, un artefacto explosivo que, una vez detonado, disemina elementos radiactivos en la atmósfera y en la superficie del terreno, con la consiguiente contaminación.
El Kremlin ha insistido en estas acusaciones durante los últimos días y el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, ya planteó la cuestión a sus homólogos de EUA, el Reino Unido y Francia, que ven en las acusaciones un “pretexto para una escalada” por parte de Rusia.
James Kariuki, el embajador adjunto británico, dijo a los periodistas que Moscú no ofreció ninguna prueba durante la sesión y que todo es parte de una campaña de “desinformación”.