Este miércoles 16 de octubre, el juez Brian Cogan dictará sentencia contra Genaro García Luna, quien fue declarado culpable por narcotráfico y delincuencia organizada
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, pidió al juez Brian M. Cogan que considere su buena conducta en la cárcel de Brooklyn en Nueva York y su historia familiar al momento de dictar su sentencia.
En una carta enviada hace unos días al juez Brian M. Cogan, la segunda en menos de dos meses, el exfuncionario federal afirmó que durante su estancia en el penal estadounidense —que suman unos cinco años— ha trabajado en programas de educación, entre otros.
En cinco cuartillas, García Luna hace hincapié en su lucha contra el crimen organizado al asegurar que durante su tiempo en el gobierno federal combatió al narcotráfico “de manera impecable”. Esa labor, precisa, le permitió tener “información clasificada como secreta y seguridad nacional entre Estados Unidos y México”.
“Impensable tener ese nivel de responsabilidad, información de Estado y de seguridad nacional hemisférica sujeto a niveles de control y vigilancia del más alto nivel y al mismo tiempo tener contacto o vínculos con criminales por lucro”, expuso.
En su tiempo en la cárcel en Estados Unidos, denunció, ha sido recluido en celdas de castigo, aunado a ser testigo de “homicidios, apuñalamientos y amenazas sistémicas a su integridad”.
A su vez, García Luna pidió clemencia al juez para “regresar lo antes posible con mi familia y reincorporarme a la entrañable sociedad a la cual respeto y pertenezco”.
“Yo nunca he sido una amenaza o riesgo para la comunidad, mis valores, convicciones, conducta e historia de vida no tienen ningún registro criminal, todo lo contrario, el dinero sucio, los malos hábitos, la mala conducta no se pueden ocultar, inclusive en condiciones extremas”, detalló.
Se prevé que hoy, miércoles 16 de octubre, se dé a conocer su sentencia por los cargos de narcotráfico, vínculos con la delincuencia organizada y falso testimonio.
Las penas que podría alcanzar van desde los 40 años hasta cadena perpetua según ha informado el Departamento de Estado de Estados Unidos.