Al menos seis personas murieron y 40 resultaron heridas tras los bombardeos lanzados este jueves por el Ejército de Israel contra infraestructuras en Yemen controladas por los rebeldes hutíes. Los ataques impactaron el aeropuerto internacional de Saná, centrales energéticas y puertos estratégicos como Al Hodeida, según reportes oficiales.
El Ministerio de Salud hutí denunció que los ataques afectaron instalaciones “vitales para los servicios civiles”. Entre los heridos se encuentra el copiloto del avión que transportaba al director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien confirmó estar ileso junto con su equipo.
En un comunicado, los hutíes condenaron el bombardeo, calificándolo de “violación flagrante del derecho internacional”. Destacaron que el ataque al aeropuerto de Saná ocurrió mientras civiles llegaban y salían del lugar, calificando las acciones como “terrorismo sionista”.
El Ejército israelí afirmó que los bombardeos se dirigieron a infraestructuras militares utilizadas por los hutíes, a quienes el primer ministro Benjamín Netanyahu describió como “el brazo terrorista de Irán”. Netanyahu aseguró que Israel continuará con sus operaciones hasta neutralizar al grupo rebelde.
Los ataques también alcanzaron instalaciones energéticas y puertos en la costa oeste de Yemen, aumentando las tensiones en una región ya devastada por el conflicto.