Autoridades cancelaron el arresto del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ante la obstrucción de su servicio de seguridad en su residencia en Seúl; negaron aceptar como válidas las órdenes de arresto temporal y registro
Este viernes, autoridades cancelaron la operación para detener al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, para interrogarlo por haber decretado la ley marcial en diciembre ante la obstrucción de su servicio de seguridad en su residencia en Seúl.
A las 13:30 hora local se canceló la operación, informó un portavoz de la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO, por sus siglas en inglés), luego de que 20 agentes del organismo y 80 policías encararan durante tres o cuatro horas con el servicio de seguridad presidencial, que se ha negado a facilitar el acceso al interior de la vivienda.
El servicio de seguridad formó varios perímetros con unos 200 efectivos que detuvieron a los investigadores a unos 200 metros de la residencia, contó un funcionario de CIO a la agencia Yonhap.
Aunque no se realizó ninguna detención, se citó a declarar mañana al jefe de servicio de seguridad presidencial, Park Jong-joon, por un posible delito de obstrucción de labores oficiales.
“En cuanto a la ejecución de la orden de arresto hoy, ante el punto muerto persistente, hemos determinado que era virtualmente imposible ejecutar la orden y estábamos preocupados por la seguridad de las personas sobre el terreno debido a la obstrucción para ejecutarla”, explicó el portavoz del CIO en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
Tras superar un primer control militar en el perímetro del recinto, el equipo de agentes del CIO y la policía encararon al servicio de seguridad presidencial, que se negó a aceptar como válidas las órdenes de arresto temporal y registro obtenidas el martes luego de que Yoon ignorara tres citaciones para declarar en relación a su decisión de decretar la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
En tanto que los seguidores del presidente conservador congregados cerca de su residencia, que llegaron a ser unos 11 mil, según la policía, celebraron la noticia con vítores.
Por su parte, la policía ha desplegado un nutrido contingente que incluye 2 mil 700 agentes sobre el terreno en las cercanías de la residencia presidencial, situada en el barrio de Hannam en Seúl, para evitar altercados.
Sin embargo, representantes sindicales han convocado una protesta a favor del arresto de Yoon en la zona, lo que incrementa el temor a que se produzcan choques.
Los abogados de Yoon han solicitado una orden judicial para anular la orden de detención argumentando que solo la Fiscalía puede solicitar un arresto por un supuesto delito de insurrección, el único al que no es inmune un presidente surcoreano.
Por lo que en caso de que puedan arrestarlo, el equipo de CIO, la policía y el Ministerio de Defensa Nacional, disponen de 48 horas para interrogar a Yoon y solicitar una orden para prolongar la detención de ser necesario.
Con información de: Agencia EFE
