El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ofreció este lunes una rueda de prensa final antes de dejar su cargo, donde destacó los logros alcanzados durante su gestión y afirmó no arrepentirse de nada. Salazar asumió como embajador en 2021, tras ser nominado por el presidente Joe Biden, y su labor estuvo marcada por visitas a los 32 estados de México.
“En más de 3 años y más de 120 visitas, consolidamos una cooperación histórica que fortalece a América del Norte como la principal potencia económica”, señaló el diplomático, quien expresó satisfacción por el trabajo realizado entre ambos países.
El embajador saliente abordó temas sensibles como la reforma judicial en México y la crisis por el fentanilo, señalando que esta sustancia, vinculada a numerosas muertes por sobredosis en Estados Unidos, también se produce en México. Salazar instó al gobierno mexicano a mantener la colaboración en esta materia, pese a las diferencias sobre su origen.
La relación entre Salazar y el presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó con gran cercanía, pero se tensó con el tiempo debido a críticas sobre la política de seguridad y justicia en México.
Ronald Johnson, próximo embajador
Ante la llegada de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en enero, quien propuso endurecer las políticas migratorias, Salazar reconoció que podrían generarse cambios y temor entre la comunidad migrante, en la que se estima hay más de 11 millones de indocumentados, la mitad de ellos mexicanos.
Durante la transición, Mark Johnson, encargado de negocios, quedará al frente de la embajada. Trump designó al coronel retirado Ronald Johnson como próximo embajador, pendiente de aprobación en el Senado.
En respuesta a los desafíos migratorios, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, propuso una reunión de ministros de Exteriores de América Latina para abordar la situación. Además, reiteró la necesidad de que Estados Unidos realice deportaciones hacia los países de origen de los migrantes, no únicamente a México.