Hola, espero tengas un buen día y que no estés lamentando el haber prestado dinero el día de ayer o haber dicho sí a una propuesta de matrimonio. Ya tenemos suficiente con las inocentadas que el coronavirus nos trajo este año, que otras tantas sería el colmo, a menos que las tomes conscientemente en broma y esa alegría sirva para preparar el festejo de fin de año. Aunque muchas personas dicen que el 2020 es un año para el olvido, que no debería contar, mi opinión es que hay que pensarlo propositivamente a pesar de los inconvenientes y tristezas que hayamos tenido. Este año nos ha dejado mucho y hemos perdido demasiado en todos los sentidos.
He podido compartir con ustedes 50 semanas de Saber de-Mente, para un acumulado de casi 170 colaboraciones en “Códigoqro”, a quien agradezco la oportunidad de que la psicología sea leída por ustedes. Aunque este año he abusado del tema de la pandemia de la Covid-19, mucho ha sido porque desde marzo iniciamos con un grupo numeroso de psicólogos y psicólogas la operación del programa “Apoyo psicológico gratuito y voluntario”, el cual tuvo el respaldo del Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro, la Fenapsime y el Consejo Nacional de Salud Mental (Consame). Muchos profesionales hemos estado en la Segunda Línea de Ayuda y hemos sido testigos del proceso emocional de muchas personas que han solicitado ayuda a través de una línea telefónica o un mensaje de texto al celular o por el Facebook. Los síntomas de la ansiedad, la depresión y el estrés solo tienen salida cuando se habla o se escribe sobre ellos. También mi trabajo en el hospital del Seguro Social y en el gremio de los psicólogos ha sido constante, con la fortuna de mantenerme en salud, no tan buena pero me defiendo, ahí me he dado cuenta de las vicisitudes por las que el personal de salud hemos tenido que pasar.
El aprendizaje en el uso de las plataformas virtuales favoreció la convocatoria y realización de grupos de estudio, cursos y seminarios con una amplia participación. Es mucho más económico organizarlos que de forma presencial, pero con la misma motivación y calidad de los ponentes invitados. Para muy pocos ha sido totalmente amable esta nueva forma de enseñanza-aprendizaje, pues la necesidad de socializar en un aula o en el patio de la escuela es una forma más de madurar en nuestras habilidades. El único inconveniente, que fue resuelto a tiempo, fue el cambio de fecha del Congreso Internacional de la Fenapsime, el cual pasó de octubre de este año al mes de marzo del 2021 (en modalidad virtual).
Hubo proyectos importantes que para ti, para mí, para todas y todos nosotros han quedado postergados, tanto personales como profesionales. Seguramente para algunos familiares y amigos, el camino de vida ha sido complicado, lastimoso y nos ha dejado contrariados. Pero hoy estamos aquí: yo, escribiendo, y ustedes, leyendo esta última colaboración del año, lo cual agradezco sinceramente. Nosotros, como colaboradores, no sabemos con certeza quiénes y cuántas personas nos leen, por lo que un mensaje tuyo a la editorial de “Códigoqro” será el mejor regalo para mí y, creo, para mis compañeros articulistas. La importancia de interactuar con ustedes hace que las críticas y observaciones mejoren nuestras aportaciones, las cuales siguen siendo gratuitas.
Para concluir, quiero compartir con ustedes mis deseos de que estas celebraciones de Navidad y Año Nuevo sean momentos de paz, alegría y de mucha amorosidad en compañía de sus seres queridos, presentes en casa y ausentes de ella. Deseo que el próximo año, 2021, tengamos más certeza en lo cotidiano de la vida y que sea un año de madurez, crecimiento y aprendizajes significativos.
Como siempre, reciban un cálido abrazo de mi parte. ¡Hasta el próximo año!
* Presidente del Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro, AC, y psicólogo clínico adscrito al Hospital General del IMSS-Querétaro.
