Serán muchas las felicitaciones y buenos deseos que escucharemos y leeremos con motivo de las fiestas decembrinas. Para evitar un acto de discriminación, evitaré el utilizar el “Feliz Navidad”, pues hay muchas personas que no siguen esa tradición, otras que no siguen los deseos de otros y muchas más, que no sentirán la alegría de años anteriores debido a los estragos que la pandemia les ha dejado.
Las fiestas decembrinas siempre han generado un clima de motivación y expectativas positivas, amorosas y hasta fantasiosas. Están llenas de dulces, misterios, piñatas, cuentos, comida, más comida, leyendas y encuentros que nos son gratos y afortunados, pues son días en que las amistades y familias se reúnen para dar abrazos, regalos, buenos deseos y convivir de manera festiva, aunque no faltan los dilemas sobre cómo y con quién pasar las veladas. Estas fechas son, supongo, de alegría, ilusión, aromas y luces de colores, favorecen el cerrar ciclos, renacer con nuevos propósitos, pagar deudas y evitar los desencuentros y resentimientos con personas que quisimos, en tiempo atrás.
A pesar de que muchas personas harán una “depresión blanca”, pues se sugiere que hay una parte de nosotros que odia aquello que aparentemente amamos y que saboteamos el propósito de la amorosidad entre nosotros, debemos mantener la certeza en lo mejor que vivimos cotidianamente. Aludamos que ha sido un año de incertidumbres, pero también de madurez, crecimiento y aprendizajes para beneficio de todos. Los proyectos importantes para ti, para mí, para todos nosotros, que han quedado postergados, piden a su vez una linda sonrisa en el rostro y una mano diestra, abierta, para recibir amablemente las buenas cosas que están por llegar.
Pero para quien escribe estas líneas y la sonrisa de mi corazón agradecemos tu lectura y escucha de Saber de-mente. Déjame decirte que eres una persona importante para mí y que me da mucho gusto que mantengas la esperanza de una vida mejor, que descubras tus propios deseos y que hayas superado las adversidades que te han tocado vivir. Ninguna Navidad o Año Nuevo son perfectos, pues alguien de nuestra familia o de la sociedad está pasando por momentos de sufrimiento o de carencias. Te invito nuevamente a pasar estos días de manera inteligente y descaradamente amorosa, para que encuentres el significado de estas fechas y de lo que verdaderamente te hace feliz. Deja atrás las ansiedades y preocupaciones, porque estas son las únicas prohibiciones que serán válidas para ti. Lo que más abunda hoy son oportunidades para sonreír a tu corazón, ¡hazlo sin temor!
Como siempre, pero ahora de manera muy especial, recibe un cálido abrazo de mi parte.
Hasta luego.
* Psicólogo clínico (UAQ), coordinador de área en Salud Mental y Psicológica de IXAYANA y psicólogo clínico adscrito al Hospital General Regional del IMSS-Querétaro. Ver otras colaboraciones de Saber de-mente.