Competitivos y además competentes (parte 2)

En la entrega anterior te sugerí considerar la siguiente premisa: entre más desarrolles una competencia profesional, más competente serás. Si lo anterior te hace sentido, te propongo este segundo supuesto: una persona capaz de competir exitosamente con otra en determinada área de desempeño es más competitiva y competente que alguien que no lo es.

Quizás estas te parezcan verdades de Perogrullo. Digamos que lo son. Sin embargo, lo que quiero enfatizar es la imperiosa necesidad de desarrollar competencias profesionales si aspiramos a ser competitivos -y a sabernos competentes- en un mercado laboral que sabe cómo premiar a aquellos capaces de aportar un valor agregado al acontecer organizacional cotidiano.

Por otro lado, las competencias son un indicador confiable del nivel de desempeño de un ejecutivo en un puesto directivo, gerencial o de mandos medios. La razón es sencilla: entre más competencias domines, mayor será tu valía para la compañía, pues te volverás más cotizado en el mercado laboral por tu elevado capital humano. Es decir, se concederá un alto valor económico a tu experiencia, a tu nivel educativo y a tus habilidades profesionales.

Como apuntaba aquí la semana pasada, una competencia profesional se manifiesta a través de un abanico de comportamientos que resultan característicos de un individuo competente en la materia. Pongamos el caso de la competencia de liderazgo, a la que, en su libro “Competencias profesionales”, José Ángel del Pozo define como el compromiso adquirido con los miembros de un equipo para impulsarlos hacia su cumplimiento de resultados, dentro de un marco de respeto y exigencia personal y profesional.

Dicho compromiso se vuelve patente con comportamientos como los siguientes por parte del líder: a) transmite una visión compartida, b) su accionar resulta transparente y se sustenta en una comunicación abierta y honesta, c) sabe guiar con el ejemplo y no solo de palabra, d) genera sinergia entre los miembros de su equipo, e) inspira a sus colaboradores a dar lo mejor de sí, f) desarrolla nuevas y variadas competencias en ellos, g) sabe reconocer sus logros y los retroalimenta de manera oportuna.

Por otro lado, se podría afirmar que dominas la competencia de creatividad e innovación si eres capaz de desarrollar nuevas ideas, conceptos, métodos y soluciones. Para demostrarlo, eres capaz de desplegar los siguientes comportamientos: a) ofreces respuestas alternativas, b) aprovechas las oportunidades y problemas para aportar soluciones novedosas, c) desarrollas nuevas maneras de hacer las cosas, d) te atreves a romper los esquemas tradicionales, e) instrumentas acciones para superar los obstáculos y alcanzar las metas propuestas.

Las anteriores son consideradas competencias transversales, ya que los comportamientos que las distinguen son aplicables a diversas situaciones laborales. Otras competencias transversales apreciadas en el mercado laboral son: orientación al cliente (saber atender sus necesidades y expectativas), orientación a resultados (saber gestionar los recursos disponibles para lograr los frutos esperados), trabajo en equipo, desarrollo de relaciones interpersonales efectivas y armónicas, así como la disposición para el aprendizaje continuo.

(CONTINUARÁ LA PRÓXIMA SEMANA).