A Conchita la conocí personalmente en su casa, muy cerca de la plaza central de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. A ese domicilio arribaban siempre hordas de periodistas que acudían a cubrir el conflicto zapatista.
Ese día también conocí a don Amado Avendaño Figueroa, su esposo y en aquel entonces director del periódico “El Tiempo”, aquel diario que fue el primero en dar a conocer el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
La verdad es que antes de conocerlos en persona, a don Amado Avendaño y a doña Conchita Villafuerte ya los conocía de oídas por algunas conversaciones con Amado Avendaño Figueroa, hijo de este matrimonio y con quien en aquellos años compartía algunas aventuras académicas en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco. Por fortuna, Amado sigue siendo un gran amigo.
De Conchita Villafuerte Blanco siempre recibí consejos, ideas y apoyo incondicional para realizar mi trabajo como reportero las muchas veces que viajé a Chiapas.
De ella recibí cobijo y escucha cuando fui director de la radiodifusora XECOPA La voz de los vientos, en Copainalá, Chiapas. En esos meses ella estaba lanzando su aventura periodística, “La foja coleta”, y sus contenidos se fueron sin filtro a nuestro noticiario matutino.
En Conchita encontré cierta complicidad cuando me pidió apoyo para instalar una estación de radio pirata en su propia casa; claro, era parte de su postura rebelde.
Alguna vez toqué el timbre de su casa y al abrir recuerdo que, muy seria, como siempre fue, me dijo: “Usted viene solo cuando necesita algo, qué milagro”. Siempre me habló de “usted” y ese comentario era parte de su trato con muchas personas, un trato de confianza.
En 2020, cuando la pandemia nos obligó a hacer un primer confinamiento, la busqué para entrevistarla para el programa “Periodismo hoy” de Radio Educación y claro que aceptó y nos dio una extraordinaria charla sobre cómo hacer cobertura periodística sobre conflictos, el cual puede escucharse en este enlace: https://e-radio.edu.mx/Periodismo-hoy/9-El-trabajo-del-reportero-en-zonas-de-guerra-y-conflictos-belicos.
El pasado fin de semana, la muerte alcanzó a María Concepción Esperanza Villafuerte Blanco, la primera reportera en San Cristóbal de las Casas. El periodismo chiapaneco y el periodismo mexicano perdieron a una mujer valiente y ejemplo de decenas de colegas.
Este fin de semana doña Conchita se mudó a otro rincón del universo, a uno donde podrá seguir siendo la misma reportera irreverente, combativa y ruda; un universo donde seguirá siendo una persona increíble, solidaria, amable; donde pueda seguir siendo ella misma. Gracias, doña Conchita,
gracias.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo hoy”, que se transmite los martes a las 13:00 h, por Radio Educación.
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