¿AMLO, un narcisista megalómano?

“Por mandato del pueblo iniciamos hoy la cuarta transformación política de México, puede parecer pretencioso o exagerado, pero hoy no solo inicia un nuevo gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político” dijo Andrés Manuel López Obrador al redir protesta como presidente, asumiéndose como el caudillo que llevaría a México a una transformación tan importante como la Independencia, la Reforma y la Revolución.

Se ha comparado con Jesucristo: “El propósito es que tengan mejores condiciones de vida y de trabajo para los más necesitados; esto es humanismo, es justicia social, y es también cristianismo. Me van a criticar pero lo voy a decir: ¿por qué sacrificaron a Jesucristo? ¿Por qué lo espiaban? Por defender a los humildes, por defender a los pobres” (Diálogo con pueblos indígenas, Etchojoa, Sonora; octubre 26, 2019).

Incluso sus seguidores, como el sacerdote Alejandro Solalinde, han avalado la equiparación: “Según el evangelio de Marcos, Jesús fue un hombre en conflicto: todas las fuerzas y recursos de los poderosos nacionales e imperiales, acabaron uniéndose contra la gran transformación del Reino de Dios y contra Jesús. ¡Eso mismo está sucediendo actualmente México!” (Twitter, marzo 25, 2022).

Está convencido de que sus acciones trascienden mundialmente: “Sembrado Vida es hoy el programa de reforestación social más importante en el mundo”, “esta (AIFA) es una de las obras más importantes que se ha construido en el mundo en los últimos tiempos”.

Se regocija con encuestas que lo incluyen entre los líderes globales:

“Les voy a informar sobre una encuesta que se hace a nivel mundial sobre los presidentes, ¿y qué creen?, el de Tepetitán, ya saben quién, está en primer lugar en aprobación” (julio 7, 2021).

“¿Por qué no pones la encuesta de cómo estamos calificados a nivel mundial? Estamos en segundo lugar, no es para presumir, en segundo lugar, calificados como de los mejores gobiernos del mundo”. (diciembre 3, 2021).

Además, se concibe como “predicador”: “Mi trabajo es concientizar, soy un predicador cívico” (marzo 2, 2022).

No satisfecho con lo anterior, ahora se muestra como el artífice de una nueva misión que requiere, dijo, “altura de miras”: la integración continental.

“Sostengo que es necesario avanzar en una integración continental de toda América, en nuestra construcción en el continente de un modelo semejante al de la Comunidad Económica Europea, la instancia que precedió a la Unión Europea, algo parecido para América.” (Belice, mayo 7, 2022).

No es la intención de quien escribe analizar el perfil psicológico de López Obrador ─”cuantimás”, dirían en mi pueblo, al carecer de conocimientos en la materia─, pero sí es importante reflexionar sobre su conducta, más allá de los sentimientos que provoque en cada uno de nosotros; porque sus decisiones sí nos impactan directamente a los mexicanos.

De hecho hay profesionales que al estudiar sus rasgos, perciben un trastorno de personalidad narcisista patológica o megalomanía.

¿Y qué es la megalomanía? “Se trata de un patrón rígido de comportamiento que conduce a una búsqueda constante de auto-gratificación, caracterizado por un sentido de grandiosidad y de auto-importancia, con una necesidad insaciable de atención y falta crónica de empatía” (La Megalomanía, un trastorno psicológico peligroso. Psicoactiva.com, recuperado de https://www.psicoactiva.com/blog/la-megalomania-trastorno-psicologico-peligroso/, 12 de mayo 2022).

De acuerdo con esta fuente, un megalómano puede presentar todos o algunos de los siguientes rasgos: sentido exagerado de autoestima y de superioridad sobre los demás, autoproclamación de talentos y logros, egocentrismo, constante autoadmiración, explotación y aprovechamiento de los demás para beneficio personal, sentir envidia de los demás y desear que las otras personas lo envidien, arrogancia y naturaleza agresiva e incapacidad para empatizar con los demás.

“Las personas narcisistas y con megalomanía tienden a comportarse de una manera socialmente combativa y provocadora, sobre todo cuando no reciben el nivel de la admiración que sienten que valen”, agrega esta misma fuente; pero lo que en realidad buscan es esconder su inseguridad; y para sentirse mejor, algunos recurren al insulto, la crítica a los demás, a creer que siempre tienen la razón y no los otros, a asustar a sus contrincantes mediante la ira y el abuso verbal.

Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia…