Los videos de la diputada postmoderna

En redes sociales se presenta como “Diputada Postmoderna/Activista Trans”. Maria Clemente García Moreno forma parte de la denominada “LXV, Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad”; llegó al cargo por el partido Morena, vía plurinominal. Ha presentado 6 iniciativas a título personal, todas pendientes de ser aprobadas.

Tiene una carrera trunca en Administración de Negocios; en su trayectoria política aparece como secretaria de Organización en el PRD (2012-2013) y presidenta de las asociaciones: Agenda LGBT (2017-2020) y Comité Orgullo y Dignidad (2019-2020).

La semana pasada, la legisladora subió a Twitter videos en los que le hace sexo oral a un hombre; ante las innumerables críticas (diputadas de oposición se quejaron ante la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados), ella simplemente respondió: “Yo produzco pornografía, me pagan por hacer pornografía; porque me pagan, por eso lo hago (…) Lo siento, mi oficio es ser p… y tengo derecho a ser p…”.

“La moralidad la condenaría. La psicología le asignará el diagnóstico de perversa. La sexología la mostraría como persona libre de expresión sexual. No hay nombre de trastorno mental para ella.

Sin embargo, es válido señalar el daño moral para otras personas por sus manifestaciones sexuales en público. Esto la hace pornográfica”, dijo Juan Carlos García Ramos, ex presidente del Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro (Coepsique) al cuestionarlo al respecto.

La organización SOS Discriminación Internacional Querétaro lamentó que la respuesta en redes aumente la transfobia:

“Es necesario dejar claro que las acciones fuera de la ley que lleguen a cometer diputados o cualquier servidor público no tienen que ver con su identidad de género, su orientación sexual, su libre ejercicio de la sexualidad, el libre desarrollo de la personalidad o cualquier otra diferencia; sino con la falta a la ética e incumplimiento de la legalidad dentro o fuera de su vida privada cuando se es diputado, diputada, diputade, servidor o servidora pública. En ese sentido, las consecuencias que pueda llegar a tener la difusión de videos íntimos que hizo la diputada federal (…) deberán ser en base a la ley, más no a los prejuicios o el odio hacia las personas transgénero o transexuales”.

Para la organización, el caso debe ser analizado a partir de la Ley Orgánica, el Reglamento y el Código de Ética de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión; así cómo del nuevo Código de Ética con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género dado a conocer por la Secretaría de la Función Pública, debido a que dichas normativas indican que “legisladores y legisladores desempeñarán una conducta intachable y transparente tanto en su vida pública como privada, en consonancia con la ética porque las personas servidoras públicas deben ser una figura ejemplar frente a la sociedad y a sus equipos de trabajo, para lo que deberán evitar un comportamiento opuesto a las disposiciones que regulan la ética pública y que pueda dañar la imagen del servicio público”.

Por su parte, la activista y feminista Maricruz Ocampo Guerrero explicó que la diputada está en su derecho de compartir imágenes de ella, aunque acotó: “no sé si la persona con la que estaba interactuando está de acuerdo”.

Pero consideró que las discriminaciones y situaciones que viven las mujeres cisgénero son distintas a las que experimentan las mujeres trans: “Ella pasó por una transformación que las mujeres que nacimos con el sexo mujer no atravesamos, no me parece que una mujer que nació mujer se sintiera cómoda compartiendo ese tipo de imágenes; entonces también tiene que ver con su situación personal”.

Desafortunadamente -agregó- las condiciones que atraviesan las mujeres trans son terribles, la gran mayoría se dedica al sexoservicio y tienen espectativas de vida muy cortas… a lo mejor es una forma de manifestar su opinión sobre esta situación que la atraviesa a ella y a muchas mujeres trans.

Y acotó: “Las mujeres tenemos derecho a hacer de nuestro cuerpo lo que queramos, eso es lo que hemos defendido en el libre desarrollo de la personalidad y en la autonomía plena: mi derecho a decidir sobre mi cuerpo; sin embargo, en el tema del trabajo sexual en México, me preocupa mucho el que cuántas mujeres que lo ejercen, lo hacen más bien como parte de redes de trata de personas; porque no creo que estemos en un país en donde la situación permita que el trabajo se haga en libertad y en seguridad”.

La activista -por otro lado- también puntualizó: “Habría que ver si no lo estamos viendo desde una doble moral”, ya que a las mujeres cis o trans se les juzga más por su actividad sexual: ¿qué pensaríamos si un diputado fuera el que estuviera recibiendo el sexo oral, qué estaríamos diciendo de él?

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