Emprendedores que nos cambian la vida (parte 1)

Si hablamos de emprendedores mexicanos, tal vez el nombre de Daniel Rodríguez poco te diga, a menos que estés al día en el tema de los mejores diseñadores de trenes en el mundo, en cuyo caso seguramente lo identificarás de inmediato, pues forma parte de dicha élite. Y es que este ingeniero industrial, egresado de la Ibero, se precia de haber diseñado ¡nada menos que el metro de Los Ángeles, Dubái, El Cairo y Catar!

Cuando Daniel terminó la carrera, se le dijo que “eso de crear” no se nos daba a los mexicanos. Lejos de creerse semejante sandez, se dedicó a aprender la lengua nipona cuando supo que en el país del sol naciente se formaban los mejores diseñadores. Se matriculó en la Universidad de Kioto y, al terminar sus estudios, la reconocida empresa Kinki Shayro lo contrató de por vida, reconociendo su extraordinario talento. Como dicen por ahí: “lo demás es historia”.

Otros extraordinarios emprendedores son punto de referencia obligado en el mundo de los negocios: Carlos Slim, Steve Jobs, Mary Kay, Elon Musk, Jeff Bezos… ¿Qué distingue a estos individuos de otros líderes señeros en el mundo empresarial?, ¿su visión estratégica?, ¿sus dotes de mando?, ¿su osadía?, ¿su imaginación?, ¿su tozudez inmensa?
En esta serie me referiré a algunas de las empresas lideradas por emprendedores no necesariamente conocidos por los grandes públicos, quienes se han destacado por su innovadora manera de identificar y atender nichos de mercado tradicionalmente ignorados por los gigantes de la industria.

En un sentido amplio, emprender significa tener la iniciativa de llevar a la realidad un deseo, idea o proyecto, generalmente ambicioso. Visto desde esta óptica, podríamos decir que Hércules, el héroe de la mitología griega, fue un gran emprendedor, pues cumplió de manera exitosa la encomienda de emprender una docena de magnas tareas, a través de las cuales demostró su determinación, valor y osadía. Entre ellas, capturar vivo al legendario jabalí de Erimanto y reducir a la mansedad al indómito toro de Creta.

En términos más actuales, se relaciona al emprendedor con el entorno empresarial, donde se le identifica como el visionario capaz de descubrir una oportunidad de negocio que otros han pasado por alto. Siempre atento a las necesidades y patrones de comportamiento de los consumidores, se apoya en su imaginación creadora para visualizar las respuestas por estos anheladas.

El emprendedor se las ingenia también para movilizar los recursos logísticos, financieros y tecnológicos que le permitan ofrecer los innovadores productos o servicios que habrá de introducir al mercado. Cabe agregar que las ‘startups’, como se designa a las empresas emergentes creadas con dicho propósito, son el espacio ideal para los emprendedores, ya que estas se dedican al diseño y comercialización de bienes de consumo altamente innovadores.

En su libro “Cuando éramos emprendedores”, Manuel Pérez narra los inicios de compañías altamente exitosas, no siempre exentas de controversia, que han venido a revolucionar el mundo empresarial, entre ellas, Amazon, Facebook, Netflix, Spotify, WhatsApp, Instagram, Pinterest, Airbnb, Uber, Zara, Nike, Starbucks y Google, todas ellas iniciadas por emprendedores jóvenes que actualmente promedian 42 años.

En la próxima entrega, presentaré el perfil de algunas de estas compañías, centrándome en las intrépidas ideas que llevaron a sus fundadores a darles vida.

Conectados por las redes, solos por dentro