Casi de manera automática, al escuchar la palabra emprendedores pensamos en hombres decididos y audaces visualizando y generando nuevas oportunidades de negocio. Si bien es este con frecuencia el caso, la mentalidad emprendedora trasciende el ámbito empresarial, ya que, a final de cuentas, la acción distintiva de un emprendedor o emprendedora es romper moldes, sean estos cuales fueren.
Es el caso de la joven y entusiasta directora orquestal mexicana Alondra de la Parra, a quien dediqué la entrega anterior de esta serie, quien ha venido a revolucionar un campo tradicionalmente dominado por hombres europeos, adustos y caracterizados por su férrea disciplina. Alondra, dueña de una expresividad emocional matizada por su espontaneidad y frescura, sabe cómo conectar con sus músicos, y con su fiel público, no solo con la claridad de su mente, sino con la sutileza de su corazón.
Dedico este capítulo a otra excepcional emprendedora, quien ha resignificado a últimas fechas las fronteras del emprendimiento. Me refiero a Rosalía, la cantante y compositora española, quien, con su arrolladora personalidad y estilo, está sacudiendo los cimientos de una industria musical que empezaba a languidecer, atrapada en las viejas fórmulas. Prueba de ello es que la periodista Cat Cárdenas la describió recientemente en la revista “Rolling Stone” como “la reina embriagadora del pop global y una provocadora desinhibida, pasando del campo kitsch a las tradiciones sacrosantas sin consecuencia”.
Para dimensionar a cabalidad su labor rejuvenecedora, ayudará irnos por partes. Rosalía Vila Tobella, nacida en 1992, en una provincia de Barcelona, de niña tocaba ya la guitarra y a los 13 bailaba el flamenco. Tras graduarse en la Escuela Superior de Música de Cataluña, empezó a actuar en los tablaos. En 2017, lanzó “Los ángeles”, su primer álbum, en el que sobriamente se hacía acompañar de una guitarra flamenca.
Un año después, con “El mal querer”, tomó por sorpresa al mercado, al atreverse a mezclar el flamenco con un rejuvenecido pop urbano. Sobre su nueva producción, se expresó así en las redes sociales: “Todo lo que tengo lo estoy dejando aquí… estoy arriesgando mucho… La inspiración flamenca sigue allí, pero, a su misma vez, es otra cosa”.
Su osadía fue recompensada con creces. “Malamente”, el video del tema principal del álbum, acumuló 2 millones de visualizaciones en YouTube en solo tres días (a la fecha va en 160 millones). La canción del mismo nombre se hizo acreedora a dos Grammys latinos y la exigente “Rolling Stone” no dudó en incluir el álbum entre los 500 mejores de todos los tiempos.
Con “Motomami”, su más reciente álbum, rompe de nuevo los estándares. Alejándose del flamenco, incursiona en el reguetón, el jazz, la bachata y la música electrónica. El crítico musical Diego Ortiz estima que Rosalía redefine el ‘mainstream’ con este disco vanguardista. “Con su exploración sonora -señala en una revista especializada- las fronteras y los géneros se ven completamente desdibujados”.
Entrevistada por la revista “Vogue”, la novel cantautora resumió de esta manera su filosofía de vida: “Creo que hay dos maneras de estar en el mundo. Una es creando y dando, y otra absorbiendo y recibiendo. Y yo siempre intento dar, dar y dar, crear, compartir. Pero también debes recibir para poder seguir dando. Así que busco un equilibrio para alimentarme bien de experiencias antes de seguir compartiendo”. A no dudar, sus palabras revelan el calibre de esta arriesgada emprendedora.