A Winston Churchill, quien llevó a la Gran Bretaña a puerto seguro en la época de la Segunda Guerra Mundial, se le atribuye la frase “para lograr el éxito es menester transitar de falla en falla sin perder el entusiasmo”. Quien haya llegado lejos en la vida, seguramente se verá reflejado en dicho aforismo.
Un personaje que sirve de inspiración a mis alumnos de la Ingeniería en Agricultura Protegida del Centro Universitario CEICKOR es la alpinista hispana Edurne Pasaban, la única mujer que hasta ahora ha escalado los 14 picos más altos del planeta. Cuando narra sus hazañas, suele referirse a lo que ella llama los cuatro ingredientes del éxito: ambición, afán de superación, hambre de éxito y pasión. Abordé ya los dos primeros y detallo ahora los restantes.
HAMBRE POR EL ÉXITO. Esto significa que “nos la tenemos que creer” para que nuestros planes se vuelvan realidad. Edurne relata que las primeras tres veces que escaló el Himalaya no llegó a la cúspide: “La gente de mi entorno me decía: ‘Venga, ya está, ahora céntrate en otra cosa’”. Sin embargo, ella sabía que, esforzándose un poquito más habría de lograrlo, como finalmente sucedió.
“Soy una persona que no se rinde -apunta Víctor Manuel Castilla, uno de mis estudiantes- siempre lo intento una y otra vez, hasta obtener lo que me propongo; no me importa cuántas veces tenga que fracasar”. Jimena Sainz, por su parte, se remonta a sus épocas de la niñez: “Desde pequeña he sido muy terca y siento que la terquedad te puede servir también para algo bueno. Cuando niña, me encantaba ayudar en el rancho en lo que se ocupara. Un día, los trabajadores y mi papá estaban cargando pacas de alfalfa y yo quería ayudar. Todos me decían que no lo hiciera, que era muy pequeña y que no iba a poder. Mientras me veían, a lo lejos, intentando cargar una paca, se reían. Cuando finalmente lo logré, dejaron de reírse”.
María Gallardo enfoca sus miras en aquello que pueda contribuir para que otros se conviertan en mejores personas: “Tengo muchísima hambre de éxito. Mis intereses se enfocan hacia la difusión de la educación sexual, en beneficio del desarrollo personal de los demás. Me veo impartiendo conferencias, cursos y talleres para poder entender, aprender y generar más conciencia sobre el tema”.
PASIÓN POR LOGRAR COSAS EN LA VIDA. Para Edurne, la pasión por el éxito es el ingrediente más importante de los cuatro. “Creo que sin pasión -señala- difícilmente hubiera escalado los 14 ocho miles y sin pasión seguramente muchas de las cosas que hacemos no las haríamos”.
Invitados por un centro de investigación agrícola en Gyeongsangnam, Corea del Sur, Marian Ocampo y dos más de nuestros estudiantes recientemente hicieron una estancia de estudios en ese país. Ella se refiere a la pasión por el éxito de esta manera: “Estoy enfocando mi vida en hacer cosas que me hagan levantarme día con día con pasión y entusiasmo, ya que me llenan el corazón y me hacen sentir bien. Sí, a veces siento que pierdo el camino, pues no siempre es fácil. Pero intento recordar por qué hago las cosas y vuelvo a levantarme para continuar. Aún hay mucho por trabajar, pero estoy orgullosa del camino por el cual estoy yendo”.
Sin excepción, todos estamos llamados a convertirnos en personas de éxito en los particulares ámbitos en los que cada uno operamos. La sana ambición, el afán de superación, el hambre de éxito y la pasión con que lo hagamos marcarán la diferencia.
