GURÚES

El sagrado ritual de la comida (parte 2)

Me refería en la entrega pasada a la ocasión en la que una querida amiga de la India nos preparó a un grupo de sus amistades en Estados Unidos unos deliciosos platillos de la región sureña de Kerala, de la que era originaria. Inesperadamente, nos hizo una insólita petición a la hora de degustarlos: que nos abstuviéramos de utilizar cubiertos, pues la tradición keralana establecía que había que recurrir a la mano derecha para introducirlos a la boca. Gustosamente accedimos y, tras lavarnos ceremoniosamente las manos, procedimos a saborearlos. Literalmente, estaban de rechupete.

Transcribo de una guía gastronómica de Kerala, famosa por sus especias y por el Biriyani, un arroz aromático, para darte un poco de contexto: “Si va a comer con las manos, asegúrese de utilizar solamente su mano derecha, nunca la izquierda, a la que se considera impura. Si bien resulta aceptable recurrir a una cuchara para tomar la Raita (sopa a base de yogur aderezada con cilantro, comino, menta y pimienta cayena), platillos como el Biriyani son ideales para comer sin la ayuda de utensilios”.

¿Por qué desconfiar del tenedor y preferir las manos? La respuesta puede remontarse a un hombre originario de Malasia, quien razonó de la siguiente manera en una conversación con el historiador inglés Emanuel Green en 1886: “¿Qué voy a saber yo de este tenedor? Seguramente ha estado en más de un centenar de bocas e inclusive quizás en la boca de mi peor enemigo” (citado por Mishan, 2024).

Utilizar las manos para comer, querámoslo o no, nos hace pensar en la era cavernícola. No obstante, la historia es mucho más compleja, pues los paleontólogos han encontrado huesos de mamut que, especulan, fueron habilitados como cucharas hace 23 mil años, y palillos chinos que datan de siete milenios atrás. Por otro lado, los europeos de la Edad Media hacían uso del cuchillo para diversas labores de la vida diaria. Sin embargo, el uso en la mesa quedaba reservado a la nobleza. Y aunque los italianos fueron los primeros europeos en recurrir al tenedor (les facilitaba girar el espagueti alrededor de los dientes del instrumento), se han encontrado fotografías de principios del siglo 20 en las que se puede apreciar a los napolitanos con puños de espagueti en las manos mientras comen (op. cit.).

¿Y qué decir de las tradiciones culinarias de nuestro país? Orgullosamente, los mexicanos, nosotros, los famosísimos inventores del taco, hemos hecho nuestra parte para enseñarle al mundo que no es necesario recurrir a los instrumentos tradicionales para comer: “El uso de la tortilla como cubierto alcanza su máxima expresión en la forma de usarla para ‘pellizcar’ diversas viandas que se llevan a la boca junto con la misma tortilla” (Holtz y Mena, 2022, p. 48).

Por si a alguien le quedase duda de que la identidad cultural va de la mano con la tradición culinaria, finalizo esta segunda entrega con esta exquisita descripción etnográfica: “Los tacos callejeros se comen con el plato en el regazo y el comensal sentado sobre cubetas de pintura o huacales vacíos, pero sobre todo de pie, de preferencia recargado en paredes o postes de luz. Porque en la mente del mexicano los tacos son tan solo antojitos, algo breve, que se ingiere como al paso y ‘entre comidas’” (ibidem, p. 24).

(CONTINUARÁ LA SIGUIENTE SEMANA)

Referencias bibliográficas: Mishan, L. “What do we gain by eating with our hands?”. The New York Times, febrero 18, 2024. Holtz, D., Mena, J.C. (2022). “La Tacopedia – Enciclopedia del Taco”. CDMX: Trilce.