El Instituto Nacional Electoral informó que el primer debate entre quienes aspiran a la Presidencia de la República fue visto por 11.8 millones de personas mayores de 18 años en televisión, de acuerdo con la medición de la empresa HR Ratings Media.
Según el mismo INE, el debate presidencial de 2018 tuvo una audiencia estimada en 11.4 millones de personas. La variación es de apenas 400 mil personas que puede ser incluso conforme al incremento de población de los últimos seis años.
Como sea, esta teleaudiencia (a la que suma mañosamente el INE la audiencia de plataformas digitales) no representa al 10 por ciento de la población del país y sería apenas una de cada nueve personas registradas en el padrón electoral.
Y, más allá de estos datos, está el resultado de este evento televisado que en principio no es un debate, pues debatir supone discutir un tema desde opiniones y posturas diferentes y esto nunca lo hemos visto en los 30 años que llevamos viendo encuentros televisivos entre candidatos y candidatas.
¿Y la cobertura periodística?
Pues lamentable.
Como era de esperarse, los medios en general se concentraron en hacer un recuento de los reclamos, las acusaciones, críticas, errores, desatinos y momentos hilarantes del circo que fue televisado con cargo al erario público durante dos horas del domingo 8 de abril.
Los medios (en general) no hicieron el mínimo esfuerzo por contrastar los dichos de Xóchitl Gálvez Ruiz, Claudia Sheinbaum Pardo y Jorge Álvarez Máynez siquiera con lo que han venido pregonando desde el 1 de marzo, al iniciar las campañas.
Si las candidatas y el candidato no explicaron los “cómo” de las escasas ideas que mencionaron (y que tampoco expusieron), la prensa mexicana (en general) tampoco hizo una revisión del costo presupuestal que tendría cada una de las ocurrencias expresadas.
Ya si el formato sirve o no sirve, eso es lo de menos. En México, desde 1994, hemos visto que los debates nunca han servido para absolutamente nada.
¿De qué sirve que el INE haya recibido miles de preguntas que fueron filtradas por especialistas del ITESO y finalmente rasuradas por dos personas que trabajan como presentadoras de noticias si de todos modos ni Xóchitl ni Claudia ni Jorge respondieron a una sola?
Y faltan dos eventos televisivos que nos costarán varios millones y seguirán sirviendo para nada.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo hoy”, que se transmite los martes a las 13:05 h, por Radio Educación.