A propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se conmemoró el pasado 3 de mayo, no me cabe la menor duda de que el presidente Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia por haber ataques a la prensa; su desprecio a esta y a los medios de comunicación han sido una constante en su administración.
La asociación Artículo 19 reportó en su informe “Violencia contra la prensa: entre ataques, estigmatización y ausencia del Estado”, que durante los primeros seis meses del 2023, registró 272 agresiones; lo que significó una agresión ¡cada 16 horas! en contra de periodistas y medios de comunicación.
El listado de adjetivos para referirse a la prensa es innumerable y no tiene caso reproducirlos aquí, ya que a fuerza de repetirlos, el mandatario logró colocar peligrosamente ante la sociedad esta actividad profesional como la más vil, indigna, innoble, infame, abyecta, maligna y mezquina; y digo que de manera peligrosa porque nos coloca a quienes nos dedicamos a ella, en una situación de vulnerabilidad mayor a la que ya de por sí ofrece el contexto de inseguridad y violencia que reina en el país.
Pero, debe puntualizarse, que este desprecio a la prensa no solo proviene de la federación; también los gobiernos locales -sin importar el color del partido- lo hacen; se trata fundamentalmente de una marginación, a grado tal, que lo que prevalece son los boletines de prensa.
Prácticamente dejó de convocarse a la prensa (y no lo digo por la veda electoral) a eventos, especialmente a los de mayor relevancia para la sociedad, por ejemplo, en materia de seguridad; la comunicación social se traduce en enviar comunicados y negar entrevistas… ¡cero cuestionamientos pues! Los reporteros claramente estorban a los funcionarios.
Pero ¿Quién pierde con esta situación? La propia sociedad, incluyendo a todos aquellos y aquellas que han agraviado y vilipendiado esta actividad.
¿Y cómo pinta el futuro?
Claudia Sheinbaum, en el documento “100 pasos para la transformación”, asegura: “Garantizaremos las libertades de expresión, de prensa, de reunión, de movilización. Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México”.
Si embargo, sobre los medios consigna: “Desde su inicio, el viejo sistema autoritario fue diseñado para subordinar a los medios de información. En el pasado, cuando la izquierda era la oposición debió operar teniendo a la prensa, la radio y la televisión en contra. Hoy, cuando la izquierda está en el poder, la situación es la misma: los medios convencionales de comunicación están mayoritariamente en contra. En el contexto de la 4T al mando del corazón del aparato de gobierno los poderes fácticos pocas veces se han enfrentado abiertamente con el líder del movimiento pero cotidianamente y con enjundia lo hacen vía los medios de comunicación tradicionales”.
Lo que augura simplemente “más de lo mismo”, y ¡vaya que si no! Pues anticipa algo similar a la mañanera, desde donde más insultos han surgido hacia la prensa:
“La conferencia matutina -la “mañanera”- ofrecida desde Palacio Nacional cinco días a la semana ha representado la forma novedosa y muy efectiva para contrarrestar el asedio sin precedentes al gobierno desde los medios. Quien suceda el movimiento quizá no tiene por qué intentar copiar la fórmula pero deberá diseñar otra que cumpla la misma función: mantener un contacto informativo directo, sistemático y frecuente con la ciudadanía, especialmente con sus bases sociales para neutralizar la interpretación negativa concertada y cotidiana que inevitablemente se seguirá vertiendo contra la 4T”.
Por su parte, en sus propuestas, Xóchitl Gálvez promete garantizar la prensa libre; asegura que “Tendremos el mejor sistema de protección de periodistas del mundo”. Dice, además que “con los comunicadores y los dueños de las empresas del ramo, vamos a construir las políticas públicas necesarias para garantizar el ejercicio de la libertad de expresión, ahora amenazada por el crimen”. Y jura y perjura que “A nadie se le perseguirá por pensar diferente”… pero no dice cómo lo hará.
En las propuestas publicadas en el portal Jorge Álvarez Máynez no aparece referencia concreta al ejercicio periodístico; sin embargo, el 1 de mayo, en un comunicado, la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT) informó que el INE inició un procedimiento Especial Sancionador, a petición de Movimiento Ciudadano (MC), el partido que lo postula, para obligar a cientos de estaciones de radio y TV, públicas y privadas, a cubrir a su candidato y a que cada comunicador entregue su “estrategia de cobertura noticiosa”. Y aunque MC se desitió la semana pasada, ahí está el antecedente.
… Es decir, para acabar pronto, que el panorama pinta para seguir igual… o peor; la prensa continuará siendo vil, indigna, innoble, infame, abyecta, maligna y mezquina…