El presidente de la AMOTAC, Rafael Ortiz Pacheco, explicó que la actividad de transporte de carga de línea blanca y abarrotes se redujo 50% derivado de la emergencia sanitaria del COVID-19
Derivado de la emergencia sanitaria por COVID-19, el 95 por ciento de los servicios para transporte de turismo fueron cancelados; asimismo, la actividad del transporte de carga de artículos de línea blanca y abarrotes disminuyó 50 por ciento, calculó el presidente de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas AC (AMOTAC), Rafael Ortiz Pacheco.
El dirigente de los transportistas precisó que, no obstante, lo anterior, el transporte de mercancías perecederas no ha sufrido ninguna afectación; inclusive, recordó que “nosotros llevamos el 90 por ciento de los viajes de (productos) perecederos”. Agregó que el gremio también enfrenta los efectos de la contingencia en carretera.
“Es con lo principal que estamos batallando, aparte, los efectos que esto tiene en carretera, porque pues la corrupción y los asaltos están a la par del día; así como tenemos necesidades nosotros, pues también los ‘ratas’ (asaltantes) y algunos malos policías que están aprovechando esta contingencia”, manifestó.
De acuerdo con Rafael Ortiz, los asaltos en carretera han aumentado durante los días de la contingencia; aunque no mencionó una cantidad estimada de robos, indicó que se trata de “más y de manera muy descarada”. Expuso que, aun cuando han dado aviso a las autoridades policiacas, estas no los han apoyado.
“No hemos recibido el apoyo, más que en muy contadas ocasiones. Y hay algunos lugares donde la policía municipal ha actuado muy bien, pero hay otros lugares donde también se han sumado al robo a los transportistas. (…) Ahorita recibimos reportes, pero no recibimos todos; sí tenemos robos”, puntualizó.
Aunado a esta situación, el presidente de la AMOTAC señaló que, a pesar de que los trámites para la emisión de licencias y permisos de transporte fueron suspendidos por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ante la presencia de Covid-19, las revisiones de este tipo de documentos continúan, por lo que, al no portarlos, los operadores se hacen acreedores a sanciones.