Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro calificó como un abuso el hecho de que las personas estén saqueando cosas que no necesitan o no son vitales de los centros comerciales
Los ilícitos que se cometen ante la crisis económica derivada de la contingencia epidemiológica del COVID-19 llevan al colapso a una sociedad, reconoció Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro.
“Existe el temor que al faltar el alimento y trabajo puede darse una situación de robo y extorsión, sí hay el riesgo (…) pero no hay que echarle otro problema a la pandemia como el pillaje, el despojo o el robo, porque entonces sí lleva al colapso de una sociedad”.
Al término de la misa de la resurrección de Jesucristo, el presbítero llamó a los feligreses a que la solidaridad sea el motor de la sociedad.
“Quiero invitar a todos, si alguna persona está necesitada hay varios canales, acérquense a su parroquia o al programa de Cáritas; también el gobierno estatal ha abierto un programa de ayuda para la gente que ya lo necesita. Acérquense a pedir ayuda, porque siempre será mejor pedir ayuda que robar y nunca extender la mano en lo ajeno (…) una persona es más humana en el momento en que solicita ayuda y no en el momento que toma lo ajeno”.
De igual forma, Lara Becerril calificó como un abuso el hecho de que las personas estén saqueando cosas que no necesitan o no son vitales de los centros comerciales, como ha ocurrido en otros estados del país.
“Es un abuso, el que no tiene modo de sustentar su vida tiene que tomarlo de alguna manera, pero abusar es otra cosa: yo necesito comer, ¿pero me llevo una carriola?, pues no; necesito un kilo de arroz o aceite porque necesito alimentar, ¿pero me llevo una tele?, eso está mal, eso es un abuso realmente y esto son de las cosas que debemos evitar”.
Por fortuna, dijo, Querétaro se ha caracterizado, hasta ahora, por ser un pueblo prudente y mesurado, por lo que confió en que aquí no se registrará ese tipo de actos vandálicos.
“Ojalá que no se llegue a eso y que aquí en Querétaro reine el respeto a lo ajeno y que más bien con humildad las personas reconozcan que necesitan ayuda y cuando lo pidan, deben estar seguras que siempre habrá una mano extendida que los pueda ayudar”.