Iglesia Católica pide ser considerada esencial para reanudar actividades

El vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, hizo un llamado para que las autoridades estatales de Querétaro consideren a parroquias y templos como esenciales

La iglesia católica pidió a las autoridades del gobierno estatal ser considerada esencial para poder reanudar sus actividades, señaló José Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro.

“Yo les digo (a las autoridades estatales) que hay que tener presentes dos cosas: una es que la vida espiritual se considere como una actividad esencial, máxime en estos momentos en los que la gente necesita mucha fuerza; entonces, la vida espiritual debe ser considerada esencial dentro de la vida de la sociedad.

“Lo segundo es que hay que ver que los fieles, dentro de los derechos inherentes que se les da por el hecho de ser personas, tienen derecho a la libre expresión de su fe, independientemente de cualquier credo, cada persona tiene el derecho de expresarse”.

Detalló que tuvo una reunión con diversas autoridades del gobierno del estado, quienes le han presentado todos los protocolos que están implementando para hacer frente a la contingencia epidemiológica por el COVID-19.

“Fecha, todavía no tenemos ninguna, la agenda nacional lo marca el 15 de junio, pero también depende de cada entidad federativa y del semáforo que se reactiva por estado a partir del 1 de junio”.

Lara Becerril detalló que ellos, como servidores de Dios, dentro de lo posible tratan de cumplir con los sacramentos de la iglesia, entre ellos, la confesión y la unción de los enfermos, tanto en hospitales como en los domicilios particulares cuando así se lo solicitan.

Aclaró que, gracias a Dios, ningún sacerdote, desde que inició la contingencia sanitaria, ha presentado algún síntoma, ni siquiera los que acuden a los nosocomios.

“Hay sacerdotes que tienen otros tipos de padecimientos, pero que se hayan sentido mal o que presenten síntomas de COVID, ninguno (…) desde que inició la contingencia los sacerdotes que se encuentran entre los grupos de riesgo, ya sea por enfermedad o por edad, han tomado todas las medidas que nos han recomendado y gracias a Dios ninguno ha presentado ningún síntoma de la enfermedad”.