Este miércoles, restaurantes, cafés y comercios del Centro Histórico retomaron sus actividades; no obstante, algunos no tuvieron la clientela esperada
A casi 90 días de permanecer cerrados ante la contingencia sanitaria por la Covid-19, restaurantes, cafés, iglesias y comercios del Centro Histórico retomaron sus actividades y, desde temprano, estos espacios fueron desinfectados para permitir el acceso a sus clientes.
Los encargados de algunos establecimientos que abrieron sus puertas al público reconocieron que, a pesar de redoblar los protocolos de seguridad e higiene, hay escasez de clientes; mientras que otros negocios continúan con sus cortinas abajo.
Laura Rosas López, encargada de una tienda de la calle Corregidora, aseguró que desde temprano colocó el tapete sanitizador de zapatos, el gel antibacterial y limpió cada espacio del negocio, pero la gente no entra a comprar.
“La verdad es que sí vemos más gente en la calle, pero no en los establecimientos y, bueno, realmente creemos que la reactivación económica será lenta”.
Confió en que conforme pasen las semanas, la situación mejore, porque, aunque no hubo despidos de personal, les redujeron el sueldo.
Fernando Méndez Tinajero, quien es mesero de un café que se ubica en la calle 5 de Mayo, mencionó que, aunque desde antes prepararon una campaña publicitaria que incluía descuentos, no tuvieron la respuesta que esperaban.
“Hicimos una campaña para anunciarles a nuestros clientes y amigos que el café reabriría sus puertas este día y brindaría combos con precios accesibles”.
Aunque a simple vista aumentó el aforo vehicular y de personas en las calles, tianguis, mercados y centros comerciales, las plazas públicas y las iglesias siguen sin asistencia.
En días pasados, el gobernador Francisco Domínguez Servién anunció que a partir de este miércoles el semáforo rojo cambiaría a naranja, por lo que algunas actividades no esenciales podían reactivarse.
Los restaurantes y cafeterías abrirán al 50 por ciento de su capacidad, los parques, plazas y espacios públicos abiertos, al 50 por ciento; centros religiosos y templos, al 25 por ciento y sin celebración de servicios, entre otros.