Las iglesias de la Diócesis de Querétaro han adquirido tapetes sanitizantes, líquidos para desinfectar, gel antibacterial, cubrebocas y otros insumos para prevenir contagios de COVID-19
Entre 4 mil 500 y 5 mil pesos fue lo que se invirtió en la iglesia de Santa Rosa de Viterbo para reactivar algunas de sus actividades religiosas y con ello, prevenir contagios dentro de los recintos religiosos; informó el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien señaló que, en promedio, esta es la inversión que el resto de los templos debieron cubrir para cumplir con los protocolos sanitarios.
“Sí hubo una inversión inicial, aunque cada semana hay que estar comprando cosas y estar continuamente reabasteciendo para que todo esto vaya funcionando (…). Ahora solo hemos invertido en los líquidos, en el jabón y en todas estas cosas”, informó el vicario.
Explicó que dicho monto inicial sirvió para adquirir los tapetes para desinfectar que se colocan en las puertas, así como los líquidos que se usan para desinfectar el calzado, el gel antibacterial para la limpieza de manos, los cubrebocas y otras herramientas para implementar los protocolos señalados por las autoridades de salud y protección civil.
“Por ejemplo, los tapetes que nosotros tenemos en Santa Rosa de Viterbo cuestan 750 pesos, más todo lo que sería el líquido para sanitizar, que son alrededor de otros 300 pesos, y el gel, que es también a parte”, señaló.
Lara Becerril afirmó que todos los templos que ya abrieron sus puertas están aplicando las medidas sanitarias al cien por ciento, las cuales van desde los filtros de seguridad sanitaria hasta la desinfección de espacios y la señalización para guardar la sana distancia.
“Todas las parroquias han seguido los protocolos que se dispusieron a nivel de toda la Diócesis de Querétaro (…), a mí me consta que en todas las parroquias estas medidas se han seguido haciendo todos esto protocolos”, confirmó.
Finalmente recordó que, pese a la apertura de las iglesias, hasta el momento no se ha registrado ningún caso de COVID-19 con sacerdotes, catequistas o personal que apoya en los templos.
